viernes, 22 de noviembre de 2019

Perséfone o Proserpina

El Rapto de Proserpina 
de Gianlorenzo Bernini
(Nápoles, 7 de diciembre de 1598 – Roma, 28 de noviembre de 1680) fue un escultor, arquitecto y pintor italiano. Trabajó principalmente en Roma y es considerado el más destacado escultor de su generación, creador del estilo escultórico barroco.
Creada entre 1622 y 1625
Galería Borghese, Roma
Estilo Barroco
Mármol 
Altura: 2,95 m
Representa a Proserpina (Perséfone en la mitología griega) siendo raptada por Plutón (Hades en la mitología griega), soberano de los infiernos.


Perséfone era la única y muy querida hija de Deméter , que la había tenido con Zeus. Perséfone, (Proserpina para los romanos) a veces llamada Core o «la dama», era en origen diosa de la agricultura como su madre, pero luego se convirtió en esposa de Hades y señora del reino de los muertos.
Deméter no quería que su hija se casase con Hades y sin su consentimiento Zeus se la había prometido a su hermano. Un día, mientras la joven recogía flores en Sicilia, Hades apareció en su carro de dos caballos para raptarla. En palabras de Ovidio: «Mientras Proserpina (Perséfone) jugaba en el campo recogiendo violetas y lirios, mientras con juvenil alegría llenaba sus faldas y su cesta compitiendo con sus compañeras, Hades, repentinamente apareció, la vio, se encaprichó y la tomó: tan rápido como esto, el amor. La diosa atemorizada llamó a su madre sollozando. Dado que le había rasgado el vestido al llevársela, las flores cayeron de su túnica suelta y eso provocó que derramara sus lágrimas virginales».


Deméter, destrozada, hizo todo lo que pudo para recuperar a su hija y finalmente tuvo que resignarse a que pasase parte del año con Hades y parte del año con ella, dado que mientras estaba en el reino de los muertos había ingerido unas pepitas de granada y las reglas establecían que cualquiera que ingiriese algo en el Averno debía permanecer allí para siempre.
Perséfone aceptó su destino con más naturalidad que su madre, que penó durante mucho tiempo su ausencia y con su tristeza provocó que la tierra se secase y quedase estéril. Perséfone aceptó ser diosa de la muerte e incluso Homero la llamaba «la temible Perséfone» y en la Odisea presenta al héroe dándole una importancia fundamental al papel de Perséfone en el reino de las tinieblas. Ella decidía cuándo se le podía acercar un alma. La muerte de Perséfone y su regreso a la tierra aparece en los Misterios Eleusianos, las ceremonias que tenían lugar anualmente en Eleusis, cerca de Atenas, a las que sólo podían acudir los iniciados.


Dame una palabra...
y yo te daré dos,
¡oh bailarina!

Y mírate microbio...
en el haz de luz,
de Proserpina...

Y es que tu amor es un arco dorado...
tu amor es un círculo mágico...
tu amor es un eco de luz...
y ¿cómo ajustarlo a tu vida...
una vez más?

Solo la esperanza,
guía la verdad...
uh mediodía...

Cuida de mis alas,
en la ingratitud...
oh, Proserpina...

Y es que tu amor es un arco dorado,
tu amor es un río divino...
tu amor como un árbol de luz...
y ¿cómo ajustarlo a tu vida...
una vez más?

Una caja fuerte,
y un viejo reloj,
ya no me sirven...

Quiero tus tesoros,
ya, hermosa flor...
Oh, Proserpina...!

Y es que tu amor es un arco dorado...
tu amor es un círculo mágico...
tu amor es un eco de luz...
y ¿cómo ajustarlo a tu vida...
una vez más?

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