Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
La más rica biblioteca, si está en desorden, no es tan útil como una biblioteca restringida pero bien ordenada. Del mismo modo, puede uno tener multitud de conocimientos; pero, si han sido elaborados por el propio pensar, resultarán de menos utilidad que una pequeña cantidad de los mismos debidamente asimilados.
2
El método más seguro para no tener pensamientos propios es coger un libro en la mano en cuanto disponemos de un minuto libre.
3
Desechar los pensamientos propios y auténticos, para tomar un libro en la mano, es pecado contra el Espíritu Santo,
4
Leer es pensar con la cabeza de otro en lugar de con la propia.
5
El pensador científico no deja confundir sus ideas propias por las muchas lecturas, porque su espíritu es lo suficientemente fuerte para asimilarlas e incorporarlas en el sistema de sus pensamientos.
6
La persona que se ha pasado la vida leyendo y sacado su sabiduría de los libros, en realidad no tiene un conocimiento coherente, claro y profundo de su condición real.
7
El filósofo libresco registra lo que uno ha dicho, lo que otro interpretó, las reservas de un tercero. Compara todo eso, lo pesa, lo critica y trata de llegar a la verdad de las cosas. Actúa como un historiador crítico.
8
Con los pensamientos sucede como con las personas: no podemos convocarlas siempre a nuestra voluntad; es preciso esperar a que vengan. El mejor cerebro no está siempre en estado de pensar.
9
La lectura es un sucedáneo del pensar y da alimento al espíritu con lo que otros piensan.
10
No hay que leer en demasía para que el espíritu no se habitúe al sucedáneo y, con ello, olvide la realidad misma.
11
El más bello pensamiento corre el riesgo de ser inevitablemente olvidado si no lo anotamos, y la mujer amada nos abandona si ni la hacemos nuestra esposa.
12
Los pensadores se dividen en dos clases: los que piensan básicamente para sí y los que piensan para los demás.
13
Quién no llora al ver los gruesos catálogos de libros recién publicados, si piensa que, en diez años, de ninguno de estos libros se hablará.
14
El que escribe para necios encuentra siempre una numerosa audiencia.
15
Nunca se lee demasiado la buena literatura y nunca demasiado poco la mala literatura.
16
Pretender que un individuo retenga todo lo que ha leído es como exigir que lleve consigo todo lo que ha comido.
17
Todo libro importante debe ser leído enseguida dos veces. Es como ver bajo otra luz un objeto: se capta mejor.
18
Nada existe tan reconfortante para el espíritu como la lectura de los antiguos clásicos.
19
Existen dos historias: la historia política y la de la literatura y el arte. La primera es la historia de la voluntad, la segunda es la del intelecto.
20
La filosofía es la más fuerte potencia material.
21
La gloria de la posteridad ha de pagarse casi siempre con la pérdida del aplauso de los contemporáneos.
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