Todo lo que te quita paz mental
es muchas veces un fantasma ajeno desviándote del camino de tu Alma y reclamando atención.
Entonces si andamos distraídos elegimos hacer lo que nos da paz mental, es decir obediencia a reclamos que asfixian, a compromisos que nos inventan para sacarnos de encima el problema y recuperar la paz mental.
La paz de la mente es la del "Hacer lo que dicta el sistema, es protocolar". Y así atendemos lo urgente y no lo importante.
Pero lo importante es nuestra paz del Alma Alma que nos habla con el cuerpo porque esa es su voz, ahí donde duele, ahí a donde aprieta esta el enganche del fantasma tironeando para tener su dosis de atención. Entonces sin miedo me digo basta y me libero, no atiendo los deseos ajenos si vienen a asfixiar mis libertades. Porque las únicas verdades son las del Alma.
Alejandra S Baldrich
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