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sábado, 11 de enero de 2025

🧙‍♀️LA🧹LEYENDA🧹DEL🧹GATO🧹NEGRO🧹DE BEFANA🧙‍♀️ ...solo uno era negro: era de Befana y él la acompañó en sus largos viajes; montando en una escoba vio lugares maravillosos, pero siempre desde arriba. El gato a veces se preguntaba cómo era la vida para los humanos: cuando el período de la epifanía terminó, en realidad estaba viviendo una especie de hibernación y durmiendo con la bruja todo el año esperando el 6 de enero. Una noche el gato, en su viaje alrededor del mundo con la anciana, salió a tratar de ver el mundo más cerca, la bolsa estaba abierta y un regalo voló. Después de un tiempo la bruja se dio cuenta: "¡Nunca había ocurrido tal error en miles de años! “El gato calló, pero la vieja era mágica y dijo: “Gata vieja, eras tú, no me enojo...” la vida ha sido aburrida y solitaria conmigo. Pero este niño necesita algo que dar: ¡vete tú! "Así que el gato fue catapultado en una chimenea y cuando llegó a la gran sala de estar comenzó a toser por las grandes cenizas y la familia lo miró asombrado, pero el bebé gritó de alegría: "¡Qué hermoso amigo, todo para mí! “” Y los padres no tuvieron el coraje de separarlos y desde ese día los gatos ya no fueron solo tigreados, porque, en memoria de ese don, había gatos negros. Y es por eso que los gatos negros traen suerte, porque son un regalo de la noche mágica en la que los sueños se hacen realidad.....
- web.

jueves, 21 de noviembre de 2024

El girasol no es sólo una flor bella sino que guarda una cautivadora historia. 
Cuenta la mitología griega, que la ninfa Clytia se enamoró del Dios del Sol, Apolo, quien no correspondió su amor. 
A la ninfa se le partió el corazón y murió de pena, transformándose en un girasol que seguía al sol (Apolo) a donde fuera. 
Por ello, regalar girasoles es la máxima representación de amor incondicional y fidelidad.
Otro motivo para destacar sobre el significado de regalar girasoles es que cuando los estás regalando, estas diciendo “eres un sol”, es la flor ideal para darle luz a un mal día. 

Créditos al autor 

domingo, 20 de octubre de 2024

"Cuenta la leyenda que, en tiempos lejanos, cuando el sol era de cera y la luna, de cristal dos jóvenes enamorados habitaban dos reinos enemistados generaciones atrás. Sus deshonestos padres no aprobaban que sus hijos se amasen. 

Habían compartido juegos de niños y, ahora que sus cuerpos florecían, habían quedado relegados en sus castillos bajo llave sin poder verse. Tan solo una bella gata blanca como la nieve usurpaba los dos reinos burlando la vigilancia. 

Cierto día, la dulce Carina, tuvo una idea: escribió sobre el lomo de la gata blanca un mensaje de amor para el joven Amadeus; quien respondió rápidamente trazando con bella caligrafía sobre la misma gata, otro mensaje. Poco a poco acumuló tantas líneas de tinta en su cuerpo que se convirtió en una imponente gata negra cargada de mensajes de amor y de paz. 

El día que su vientre se hinchó sin remedio, dio a luz a seis preciosos cachorros negros como la noche. Seis cachorros fruto del amor, de la paz y del valor. 

Desafortunadamente, alguien se encargó de que esta historia no saliese a la luz y, como consecuencia, hoy los gatos negros no gozan de la fama que les merece. El ser humano se encarga en ocasiones de embrutecer los más tiernos recuerdos de la naturaleza. Pero debes saber que todo gato negro lleva inscrita en su piel una antigua leyenda cargada de tinta y de esperanza. Mensajeros de lo imposible."

viernes, 4 de octubre de 2024

la Leyenda de la flor del Lirolay

Este era un rey ciego que tenía tres hijos. Una enfermedad desconocida le había quitado la vista y ningún remedio de cuantos le aplicaron pudo curarlo. Inútilmente habían sido consultados sabios más famosos.

 

Un día llegó al palacio, desde un país remoto, un viejo mago conocedor de la desventura del soberano. Le observó, y dijo que sólo la flor del lirolay, aplicada a sus ojos, obraría el milagro. La flor del lirolay se abría en tierras muy lejanas y eran tantas y tales las dificultades del viaje y de la búsqueda que resultaba casi imposible conseguirla.

Los tres hijos del rey se ofrecieron para realizar la hazaña. El padre prometió legar la corona del reino al que conquistara la flor del lirolay.

Los tres hermanos partieron juntos. Llegaron a un lugar en el que se abrían tres caminos y se separaron, tomando cada cual por el suyo. Se marcharon con el compromiso de reunirse allí mismo el día en que se cumpliera un año, cualquiera fuese el resultado de la empresa.

Los tres llegaron a las puertas de las tierras de la flor del lirolay, que daban sobre rumbos distintos, y los tres se sometieron, como correspondía a normas idénticas.

Fueron tantas y tan terribles las pruebas exigidas, que ninguno de los dos hermanos mayores la resistió, y regresaron sin haber conseguido la flor.

El menor, que era mucho más valeroso que ellos, y amaba entrañablemente a su padre, mediante continuos sacrificios y con grande riesgo de la vida, consiguió apoderarse de la flor extraordinaria, casi al término del año estipulado.

El día de la cita, los tres hermanos se reunieron en la encrucijada de los tres caminos.

Cuando los hermanos mayores vieron llegar al menor con la flor de lirolay, se sintieron humillados. La conquista no sólo daría al joven fama de héroe, sino que también le aseguraría la corona. La envidia les mordió el corazón y se pusieron de acuerdo para quitarlo de en medio.

Poco antes de llegar al palacio, se apartaron del camino y cavaron un pozo profundo. Allí arrojaron al hermano menor, después de quitarle la flor milagrosa, y lo cubrieron con tierra.

Llegaron los impostores alardeando de su proeza ante el padre ciego, quien recuperó la vista así que pasó por los ojos la flor de lirolay. Pero, su alegría se transformó en nueva pena al saber que su hijo había muerto por su causa en aquella aventura.

De la cabellera del príncipe enterrado brotó un lozano cañaveral.

Al pasar por allí un pastor con su rebaño, le pareció espléndida ocasión para hacerse una flauta y cortó una caña.

 

Cuando el pastor probó modular en el flamante instrumento un aire de la tierra, la flauta dijo estas palabras:

No me toques, pastorcito,

ni me dejes tocar;

mis hermanos me mataron

por la flor de lirolay.

 

La fama de la flauta mágica llegó a oídos del Rey que la quiso probar por sí mismo; sopló en la flauta, y oyó estas palabras:

No me toques, padre mío,

ni me dejes tocar;

mis hermanos me mataron

por la flor de lirolay.

Mandó entonces a sus hijos que tocaran la flauta, y esta vez el canto fue así:

No me toquen, hermanitos,

ni me dejen tocar;

porque ustedes me mataron

por la flor de lirolay.

Llevando el pastor al lugar donde había cortado la caña de su flauta, mostró el lozano cañaveral. Cavaron al pie y el príncipe vivió aún, salió desprendiéndose de las raíces.

Descubierta toda la verdad, el Rey condenó a muerte a sus hijos mayores.

El joven príncipe, no sólo los perdonó sino que, con sus ruegos, consiguió que el Rey también los perdonara.

El conquistador de la flor de lirolay fue rey, y su familia y su reino vivieron largos años de paz y de abundancia.

Material compilado y revisado por la educadora argentina
Nidia Cobiella

Este cuento es conocido en la región norteña, en la región andina y en la región central. En Salta se lo llama «la flor lirolay»; en Jujuy «La flor del ilolay»; en Tucumán «La flor dl lirolá y también «del lilolá» y en Córdoba, La Rioja y San Luis «La flor de la Deidad».

Se consultaron las versiones recogidas por los siguientes maestros: Sra. Carmen A. Prado de Carrillo, Carmen de Canarraze, de Jujuy; Srta. Angélica D´Errico, de Salta; Sra. Elena S. de Aguirre y Sr. Adrián Cancela, Srtas. María Isabel Chiggia, Esther López Güemes y Sra. Elena S. de Aguirre, de Tucumán; Srta. Tránsita Caneón, de La Rioja y Srta. María E. O. González Elizalde, de Córdoba; Srta. Dolores Sosa («La flor de lilolay»), Sra. Emma Pallejá, de Entre Ríos; Sra. María Luisa C. de Rivero, Alda C. de Suárez, de San Luis; Srtas. Urbana E. Romero, Aldea A. Nuñez e Irma Carbaux, de Santa Fe.

El tema ha sido puesto en verso por Juan Carlos Dávalos.



EL PÁJARO ESPINO
“Hay una leyenda sobre un pájaro que canta sólo una vez en su vida,
y lo hace más dulcemente que cualquier otra criatura sobre la faz de la tierra.
Desde el momento en que abandona el nido, busca un árbol espinoso
y no descansa hasta encontrarlo. Entonces cantando entre las crueles ramas
se clava el mismo en la espina más larga y afilada.
Y al morir envuelve su agonía en un canto más bello que el de la alondra y el del ruiseñor. Un canto sublime al precio de la existencia.
Pero todo el mundo enmudece para escuchar.
Pues lo mejor solo se compra con grandes dolores... al menos así lo dice la leyenda". 

Colleen McCullough (Wellington, Nueva Gales del Sur, Australia, 1 de junio de 1937 - isla Norfolk, Australia, 29 de enero de 2015) fue una escritora australiana de novelas románticas e históricas. Obtuvo gran fama por su novela The Thorn Birds de 1977, llevada a la televisión con el título de El pájaro canta hasta morir o El pájaro espino.

Fuente: El Pájaro Espino - Colleen McCullough 
Imagen de la red 

domingo, 8 de septiembre de 2024

LEYENDA DE LAS VAQUITAS ❤️🐈

*La leyenda celta de los gatos bicolor blanco y negro cuenta lo siguiente:*

Buigh era una gata negra de ojos grandes y amarillos, la cual tenía un dueño al que amaba y que la llevaba a todas partes junto a él, paseaban juntos. Él le compartía su comida, dormía junto a ella y hasta hablaba con la gatita. Siempre estaban unidos y su gata lo adoraba.

Pero todo cambió cuando su dueño se hizo a la mar. Como no quería que le pasara nada en alta mar a la gata, prefirió dejarla al cuidado de su madre. Esta la encerró en el granero para que no siguiera a su hijo al puerto.

Buigh maulló semanas esperando a su amo, hasta que una mañana un vecino llevó una mala noticia a la madre de su dueño, hubo una tormenta fuerte y una ola se tragó a su hijo. Al escuchar esto Buigh espantada huyó de la casa y corrió hasta la playa. Como no estaba su dueño, empezó a caminar por la costa buscándolo. Así pasó mucho tiempo, la gata se encontraba delgada, cansada y sin ganas de seguir. Cuando llegó a Kirkwall en el norte del país, se asomó al acantilado y le dijo al océano: “Llévame con él al fondo de tu abismo, te regalo mi alma inmortal pues sin él no hay sitio para mí en este mundo” Una ola gigante apareció llevándose consigo a la gata, quien cerró sus ojos y se dejó arrastrar por el océano.

Despertó en los brazos de un hombre que la secaba con cariño, abrió sus ojos y lo miró, ese hombre era su dueño, que al verla recobró la memoria que perdió tras ese accidente en alta mar. El hombre la reconoció por sus enormes ojos amarillos, pero notaba que su pelaje era distinto.
Escucho una voz profunda desde el océano que le dijo, “Me ofreció su alma a cambio de regresar contigo, pero no puedo privar al mundo de un alma tan noble, a cambio llevará en su manto mi recuerdo, la espuma del mar y un don que le concedo a ella y sus descendientes, llevarán la armonía y la alegría a cada hogar que habiten”.
Desde entonces existen los gatos blancos y negros, que llevan el legado de Buigh y el don de llevar armonía y alegría a aquellos que comparten sus vidas. ✍️

- créditos al autor. 📚

domingo, 25 de agosto de 2024

💢LEYENDAS ARTÚRICAS
EL AMOR DE GINEBRA Y LANCELOT

《Según las leyendas asociadas al mito artúrico, Ginebra fue infiel al rey Arturo con Lancelot, uno de los caballeros de la Mesa Redonda. La leyenda asocia la infidelidad de Ginebra con Lancelot a la caída del reino de Camelot.Tras el desliz de Ginebra con Lancelot, Bretaña cae bajo las invasiones de los bárbaros anglos y sajones》

 El rey Arturo envía a Lancelot a que  traiga a Ginebra a Camelot para casarse con ella, y en el viaje ambos se enamoran. En cuanto llegan a Camelot, Arturo y Ginebra se casan, y Ginebra se convierte en el centro de la corte.

Ginebra tiene en general buenas relaciones con su esposo, pero se enemista con la bruja y media hermana de Arturo, Morgana, al expulsar de la corte a Sir Guiomar, amante de Morgana y sobrino de la propia Ginebra. Morgana guardará siempre rencor hacia la reina y se lo transmitirá a sus hijos.

Aunque casada con Arturo, el amor que Lancelot y Ginebra sienten durará hasta la muerte de ambos. En todo caso, los enemigos de Arturo aprovecharán esta relación para fraguar la acusación de adulterio y conspiración que lanzan sobre Lancelot y Ginebra. Esto lleva a una condena de muerte para la reina y una orden de expulsión del reino para Lancelot.

Lancelot no puede permitir la muerte de Ginebra y, al intentar salvarla, mata a dos de los hijos del rey Lot de Lothian y de Morgana, lo que deriva en guerra abierta entre dichos reinos y Camelot, supuso el final de todos los caballeros de la Mesa Redonda.

La condena a muerte de Ginebra no se materializa en la leyenda. Ginebra recibe la noticia de la muerte de Arturo y de todos los caballeros de la Mesa Redonda cuando estaba en un convento en Glastonbury, donde voluntariamente se había encerrado para no caer en las manos de Mordred, hijo de Morgana. Se viste con ropas de luto y ordena a sus damas que hicieran lo mismo. Se dirige a Amesbury, en Wiltshire, donde habría un convento en el que la reina decide tomar los hábitos. Pasa el resto de su vida de forma anónima. 

En el convento, poco después de la muerte de Arturo, tiene una entrevista con sir Lancelot donde se despiden para siempre. Posteriormente, Lancelot abandona la vida de caballero y se convierte en monje ermitaño. Años más tarde Lancelot tiene un sueño donde un ángel se le aparece y le dice que debe fabricar un féretro, ponerle ruedas y dirigirse con él a Amesbury donde encontrará muerta a la reina. Así lo hace: al llegar a Amesbury recoge el cadáver de Ginebra y lo lleva a enterrar junto al de Arturo. Igualmente el amor que sentía por Ginebra nunca moriría y nadie podría reemplazarlo.

 🎨Pintura:  God Speed (1900). Edmund Blair Leighton (1852-1922),fue un pintor británico asociado al romanticismo y a la hermandad prerrafaelita.

viernes, 26 de julio de 2024

Amé esta historia!!! 
😻😻😺😺😽😽💕💕💕

EL PACTO DEL GATO Y EL DIABLO"

Había una vez una mujer que vivía sola con su bebé y su gato, en una casita en medio del bosque.

Un día, ella tenía que salir, pero estaba muy preocupada porque no quería dejar a su bebé solo, pero tampoco podía llevárselo a donde iba. Así que miró a su mascota y le dijo:

-Gatito mío, por favor, cuídame a mi bebé, no tardaré en regresar- y salió de su casa.

Al rato de irse la mujer, se apareció el diablo en la casa y el gato, al verlo, saltó frente a la cuna del niño sin intimidarse -porque es bien sabido que los gatos son los únicos animales que no le temen a este ser tan maligno-.

-¿Qué es lo que quieres?- le preguntó.

-¡Vengo a llevarme a ese bebé!

-Pues no puedes, porque lo estoy cuidando yo, dijo el gato justo antes de lamerse una patita.

-Insolente animal, tú no puedes hacer nada para evitarlo.

-Muy bien- dijo el gato astutamente-, te propongo algo: si adivinas cuál es el número exacto de pelos que tengo en todo mi cuerpo, podrás llevarte al bebé. Pero si fallas te irás y nunca más volverás a aparecer por aquí. Te daré tres oportunidades para adivinar. ¿Hay trato?

El diablo, que nunca había podido resistirse a los desafíos, aceptó, pensando que sería fácil. Y con mucha paciencia, comenzó a contarle los pelos al gato.

-Uno… dos… tres…- entonces un pájaro cantó en la ventana, distrayéndolo y haciéndolo perder la cuenta.

-Llevas una oportunidad- dijo el minino.

Enojado, el diablo empezó a contar de nuevo.

-Cien... doscientos… trescientos…

En ese momento, el viento entró por la ventana y agitó los pelos del gato, haciendo que el maligno perdiese la cuenta una vez más.

-Ya llevas dos oportunidades-, le recordó el gato.

Nervioso, el diablo se puso a contar de nuevo, prometiéndose que ya nada lo iba a distraer.

-Un millón… dos millones… tres millones…

Entonces el gato movió suavemente la cola rozándole la nariz, y el diablo estornudó fuertemente, haciendo que se le soltaran pelos al gato.

-Perdiste tu última oportunidad. Ahora vete de esta casa y no vuelvas jamás.

El diablo se sintió tan furioso por haber perdido, que allí mismo formó un berrinche de proporciones épicas... pero no pudo tocar al bebé, porque un trato con el diablo siempre se cumple... por ambas partes. Eso sí, se marchó de vuelta al infierno jurándole al gato que algún día adivinaría cuántos pelos tenía y cuando eso ocurriera, su venganza sería terrible.

Cuando la mujer regresó a su casa, al no saber nada de lo sucedido, besó y abrazó a su pequeño, y agradeció con unas caricias detrás de las orejas al minino, por ser tan buen niñero.

Es por eso que los gatos hasta hoy en día, sueltan pelo todo el tiempo. Porque de esa manera, el diablo nunca cumplirá su venganza al no saber cuántos pelos tienen en realidad.

Autor desconocido

viernes, 21 de junio de 2024

En las colinas verdes de la Toscana, en Italia, se encontraba el pequeño pueblo abandonado de Castelvecchio. Sus casas antiguas y en ruinas guardaban secretos de tiempos pasados, y sus calles empedradas estaban cubiertas de musgo y hierba silvestre. Había un aire de misterio que envolvía cada rincón del lugar, y pocos se atrevían a aventurarse allí, excepto por los amantes de lo oculto y los buscadores de historias perdidas.

Un día, Elena, una joven historiadora, llegó al pueblo con la esperanza de descubrir más sobre su pasado. Había oído rumores de un amor trágico que había marcado el destino de Castelvecchio. Se alojó en una pequeña posada en la aldea vecina y cada día caminaba hasta el pueblo abandonado, explorando sus casas y tratando de desentrañar los secretos que guardaban.

En sus investigaciones, Elena descubrió el diario de una mujer llamada Isabella, que había vivido en Castelvecchio en el siglo XIX. Isabella escribía sobre su amor por Lorenzo, un joven pintor que había llegado al pueblo buscando inspiración. Sus encuentros eran clandestinos, pues la familia de Isabella desaprobaba su relación debido a la diferencia de clases sociales.

Un día, mientras exploraba una de las casas más grandes y derruidas, Elena encontró un baúl escondido bajo el suelo de una habitación. Al abrirlo, descubrió cartas y pinturas de Lorenzo, todas dedicadas a Isabella. Las cartas narraban su historia de amor, sus sueños de escapar juntos y las dificultades que enfrentaban. En la última carta, Lorenzo confesaba su desesperación, pues los padres de Isabella la habían prometido a un hombre rico de otra ciudad.

Elena sintió una conexión profunda con Isabella y Lorenzo. Decidió que su historia no podía quedar en el olvido. Empezó a escribir un libro sobre ellos, dedicando cada día a recrear su historia de amor y dolor. Mientras lo hacía, algo extraño comenzó a suceder: sentía la presencia de Isabella y Lorenzo a su alrededor, como si los fantasmas de los amantes la guiaran.

Una noche, durante una tormenta, Elena se refugió en una de las casas más intactas del pueblo. Al entrar, vio una figura en la penumbra. Era un hombre joven, con ropas antiguas y mirada triste. Al principio, se asustó, pero luego se dio cuenta de que era Lorenzo. Su fantasma había estado atrapado en Castelvecchio, esperando que alguien contara su historia.

Lorenzo le contó cómo Isabella había sido forzada a casarse, y cómo él había intentado rescatarla. La familia de Isabella, al descubrir sus planes, lo había atacado y dejado por muerto en el pueblo. Isabella, al enterarse de la suerte de su amado, había decidido quitarse la vida. Sus almas, unidas por el amor y el dolor, habían quedado atrapadas en el pueblo desde entonces.

Conmovida por la historia, Elena prometió a Lorenzo que haría justicia a su amor. Con renovada determinación, escribió y publicó su libro, que se convirtió en un éxito. La gente comenzó a visitar Castelvecchio, atraída por la historia de Isabella y Lorenzo. Poco a poco, el pueblo volvió a la vida, y con ello, las almas de los amantes encontraron la paz.

Elena, después de cumplir su promesa, decidió quedarse en la Toscana, sintiéndose parte de la historia que había descubierto. En cada rincón de Castelvecchio, sentía la presencia de Isabella y Lorenzo, no como fantasmas atrapados, sino como guardianes de su legado de amor eterno.
Isabella (1848-1849) es una pintura de John Millais, que fue su primera obra expuesta en estilo preraffaelita, completada poco después de la formación de la Hermandad Prerrafaelita en 1848. Se exhibió por primera vez en la Royal Academy en 1849 y se encuentra actualmente en la colección de la Galería de Arte Walker de Liverpool.

lunes, 8 de abril de 2024

"LEYENDA DEL GATO NEGRO"
Cuenta la leyenda que en tiempos muy lejanos, cuando el sol era de cera y la luna de cristal, dos jóvenes enamorados habitaban dos reinos enemistados generaciones atrás...
Sus padres no aprobaban que sus hijos se amasen. Habían compartido juegos de niños y, ahora que sus cuerpos florecían, habían quedado relegados en sus castillos bajo llave sin poder verse...
Tan solo una bella gata blanca como la nieve usurpaba los dos reinos burlando la vigilancia...
Cierto día, la dulce Carina, tuvo una idea: escribió sobre el lomo de la gata blanca un mensaje de amor para el joven Amadeus, quien respondió rápidamente trazando con bella caligrafía sobre la misma gata otro mensaje...
Poco a poco acumuló tantas líneas de tinta en su cuerpo que se convirtió en una imponente gata negra cargada de mensajes de amor y de paz...
El día que su vientre se hincho, dio a luz a seis preciosos cachorros negros como la noche. Seis cachorros fruto del amor, de la paz y del valor...
Desafortunadamente , alguien se encargó de que la historia no saliese a la luz y, como consecuencia, hoy los gatitos negros no gozan de la fama que les merece...
Debes saber que todo gato negro lleva inscrita en su piel una antigua leyenda cargada de tinta, de amor y de esperanza...
¡¡ Son mensajeros de lo imposible...!!
Autora Mary Carmen Saldivar Sillas

miércoles, 7 de febrero de 2024

El Flautista de Hamelin


EL FLAUTISTA DE HAMELIN, LA HISTORIA TRAS EL CUENTO

En el año de 1284 apareció en Hamelín un hombre muy extraño. Llevaba una capa de muchos colores […] y decía que sabía cómo librar a la ciudad de ratones y ratas a cambio de cierta suma de dinero". Así empieza la leyenda del flautista de Hamelín, cuyo final es bien conocido: como los habitantes del pueblo no le pagaron la suma convenida, el flautista volvió a aparecer el 26 de junio, día de San Juan y San Pablo, esta vez con un aspecto terrible y un extraño gorro rojizo (la forma en que se representa al diablo en muchas leyendas medievales), se llevó al ritmo de su melodía a todos los niños y niñas del pueblo (130 en total) y, sacándolos por la puerta este de la localidad, desapareció con ellos en el interior de una cueva. Sólo se salvaron tres muchachos: uno muy pequeño, que regresó a recoger su chaqueta, además de uno ciego y otro mudo, que se quedaron rezagados y no pudieron relatar nada de lo visto u oído, aunque la tradición oral habla de la posterior aparición de todos ellos al otro extremo de la cueva, en Transilvania. 
¿Realidad o ficción? ¿Se esconde algún hecho histórico tras el cuento que los hermanos Grimm popularizaron en 1816 o es simplemente eso, un cuento, fruto de la tradición popular? Los orígenes de la leyenda se remontan a la Edad Media. La primera representación gráfica de los niños saliendo de Hamelín se llevó a cabo en 1300 en una de las vidrieras de la iglesia del mercado, destruida en el siglo XVII; en ella no aparecían ratas, sino tan sólo un hombre con un instrumento musical al que seguían los niños. 
APARECEN LAS RATAS
No fue hasta 1565 cuando el conde suabo Froben von Zimmern describió por primera vez en su crónica familiar la plaga de roedores. Estas plagas eran abundantes en la Edad Media y, aunque los animales aún no eran temidos como transmisores de la peste, sí lo eran por acabar con los cereales recogidos en las cosechas, y era normal que hubiera individuos que se dedicaran a su exterminio. Al igual que los verdugos o los limpiadores de letrinas, estas personas vivían al margen de la sociedad por las características de su profesión, pues, aunque eran necesarios, nadie quería compartir su vida cotidiana con ellos.
Por eso se desplazaban de ciudad en ciudad, de aldea en aldea, sin tener ningún derecho de ciudadanía. El uso de trampas y de venenos se contaba entre los medios más efectivos para combatir a los roedores. La leyenda, sin embargo, describe un método inusual, pero que resultó igual de efectivo: el sonido de una flauta. 
Esta combinación de datos precisos con elementos propios del ámbito de lo irreal es lo que ha llevado a los historiadores a la conclusión de que tras la historia del flautista de Hamelín se esconde un acontecimiento histórico real que, poco a poco, fue tomando forma de leyenda y fusionándose con otras ya preexistentes.
LA HAMBRUNA DE 1284
Aunque en los libros de los Consejos celebrados en la ciudad de Hamelín no se ha documentado el hecho de que la ciudad contratase a nadie para librar al municipio de una plaga de ratones, sí es cierto que, en el año mencionado en la leyenda, la ciudad sufrió una terrible hambruna provocada precisamente por los roedores que acabaron con las cosechas de cereales.
También está documentado que, precisamente debido a la hambruna, muchos jóvenes emigraron de la región en la que está situada Hamelín (Baja Sajonia) para participar en la colonización del Este, donde esperaban encontrar mejores condiciones de vida. Siguieron para ello la llamada de Ladislao IV de Hungría (1262-1290). Su vasto reino se extendía desde la actual Croacia hasta los Cárpatos, un territorio con muy poca densidad de habitantes y que el monarca quería poblar con alemanes, a los que prometía eximir de impuestos y servicio militar. 
La oferta, dada a conocer en los pueblos por un locator –un captador que se presentaba a caballo con ropas llamativas y congregaba a la gente en la plaza al sonido de su silbato– era mucho más que atractiva para los campesinos de las orillas del río Wesser, explotados por sus señores y tratados en algunos casos como esclavos.
El siglo XIII fue un momento álgido en el proceso de colonización del Este, por lo que el flautista podría haber sido un locator, que congregó con su silbido a los jóvenes del lugar, quienes lo habrían seguido en busca de una vida mejor. Esto, evidentemente, supuso para Hamelín la pérdida de toda una generación; un suceso traumático que posteriormente se justificaría recurriendo a la leyenda que no tardaría en empezar a construirse.
La historia que conocemos en la actualidad es fruto del trabajo del jesuita Athanasius Kircher en el siglo XVII, que también investigó el trasfondo histórico de la leyenda. A principios de la siguiente centuria, el erudito Johann Gottfried Gregorii difundió la leyenda en el ámbito alemán a través de sus libros populares de geografía y fueron sus versiones las que conocieron Goethe y otros autores románticos.
Dos de ellos, Clemens Brentano y Achim von Arnim, entusiasmados por el acervo de la poesía popular, animarían los hermanos Grimm a poner por escrito las versiones de la prosa popular en su antología de leyendas. 

Fuente: https://historia.nationalgeographic.com.es