VIII
Hoy es siempre todavía.
"Toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora."
"Proverbios y cantares-II" (Fragmentos)
I
El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve
II
Para dialogar,
preguntad, primero;
después... escuchad.
IV
Mas busca en tu espejo al otro,
al otro que va contigo.
V
Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa.
Adivínala.
VIII
Hoy es siempre todavía.
XIV
Nunca traces tu frontera,
ni cuides de tu perfil;
todo eso es cosa de fuera.
XV
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario.
XVI
Si vino la primavera,
volad a las flores;
no chupéis cera.
XVII
En mi soledad
he visto cosas muy claras,
que no son verdad.
XIX
A la vera del camino
hay una fuente de piedra,
y un cantarillo de barro
-glu-glu- que nadie se lleva
XX
Adivina adivinanza,
que quieren decir la fuente,
el cantarillo y el agua.
XXI
...Pero yo he visto beber
hasta en los charcos del suelo.
Caprichos tiene la sed...
XXIV
Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.
XXXVI
No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.
XXXIX
Busca en tu prójimo espejo;
pero no para afeitarte,
ni para teñirte el pelo.
XL
Los ojos por que suspiras,
sábelo bien,
los ojos en que te miras
son ojos porque te ven.
XLI
-Ya se oyen palabras viejas.
-Pues aguzad las orejas.
XLIII
Dijo otra verdad:
busca el tú que nunca es tuyo
ni puede serlo jamás
XLVII
Autores, la escena acaba
con un dogma de teatro:
En el principio era la máscara
LXIX
¿Dijiste media verdad?
Dirán que mientes dos veces
si dices la otra mitad
LI
Demos tiempo al tiempo:
para que el vaso rebose
hay que llenarlo primero.
LIII
Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
despertar.
LVIII
Creí mi hogar apagado
y revolví la ceniza...
Me quemé la mano.
LXIV
¿Conoces los invisibles
hiladores de los sueños?
Son dos: la verde esperanza
y el torvo miedo.
Apuesta tienen de quien
hile más y más ligero,
ella, su copo dorado;
el, su copo negro.
Con el hilo que nos dan
tejemos, cuando tejemos
LXVI
Poned atención:
un corazón solitario
no es un corazón.
LXVII
Abejas, cantores,
no a la miel, sino a las flores.
LXVIII
Todo necio
confunde valor y precio.
LXXXI
Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo,
madre, despertar
LXXXII
No el sol, sino la campana,
cuando te despierta, es
lo mejor de la mañana.
LXXXV
¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.
LXXXVI
Tengo a mis amigos
en mi soledad;
cuando estoy con ellos
¡que lejos están!
XCII
Dijo el árbol: teme al hacha,
palo clavado en el suelo:
contigo la poda es tala.
XCIV
Doy consejo a fuer de viejo:
nunca sigas mi consejo
XCV
Pero tampoco es razón desdeñar
consejo que es confesión.
XCVIII
Tu profecía, poeta.
-Mañana hablaran los mudos:
el corazón y la piedra.
XCIX
-¿Mas el arte?...
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida
Antonio Machado
Nuevas Canciones (1917-1930)
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