Cualquier textil indígena es una suerte de magia, en cada prenda hecha a mano hay cientos de minutos invertidos, sabiduría histórica, creatividad y destreza. Yuli, de Las Estrellas de Huazolotitlán, nos explicó todos los pasos necesarios para que crear una prenda en un telar de cintura. Acá te explicamos paso a paso (y en dibujitos) el proceso de esta tecnología.
El tiempo que se va a invertir en un proceso de telar de cintura depende de la prenda que se quiera realizar, puede tomar entre una semana o cuatro meses. Esto sin considerar el tiempo que demora la siembra y cosecha del algodón.
En esta cooperativa trabajan dos variedades de algodón nativos de la región de la costa de Oaxaca: el algodón coyuche, que está en peligro de extinción y da tonalidades cafés, y el algodón blanco. Ellas lo plantan y esperan a que crezcan, cuando las cápsulas (esos copitos blancos y cafés) son visibles, los despican (cortan la planta del árbol) y lo trasladan a la comunidad, es importante decirte que saber cómo cultivar el algodón requiere años de experiencia.
El siguiente paso es mermar el algodón, es decir, quitarle la semilla para después “varearlo”. Para ello se deben buscar cuatro varitas, una hoja de plátano seca y un petate. En este paso la meta es dar golpes fuertes sobre el algodón para que las fibras se entrecrucen y después puedan ser hiladas.
Para hilarlo (sacar los hilos) y que no de trabajo, ellas tienen un “huso”, un “malacate”
y una “jícara”, esta tecnología requiere usar las manos para transformar la masa de
algodón en hilos que después permitirán hacer una tela.
Una vez que se tienen hilos largos de algodón hay que urdir, o montar el hilo. En este
proceso se siembran cuatro estacas (o varitas) en el piso, al hilo que se obtuvo en el
paso anterior se le dan vueltas alrededor de las estacas, el número de vueltas depende
del tamaño de la tela que se desea obtener.
Después de urdirlo, hay que tejer. Es en este punto que las artesanas se convierten en
cuerpo-máquina pues literalmente usan todo su cuerpo para trabajar en el telar de cintura.
El lienzo que se crea en este proceso se piensa con base en lo que la artesana quiere
crear: el huipil, la blusa o el blusón.
Digamos que hasta este punto tenemos una prenda de vestir lisa, para engalanarse
con ella aún le falta el bordado. En Huazolotitlán se utilizan dos tipos de hilo para
bordar: hilo de vela de algodón e hilo iris seda. Es aquí en donde las artesanas hacen uso
de toda su creatividad e imaginación para combinar colores, y en dónde crean trazos que nos cuentan
aún parte de su historia como pueblo y parte de su identidad.
Ya después bordado, se tiene que formar, poner el listón, poner el acabado del
cuello, y lavarlo, plancharlo y ya ¡a la venta!
Cuéntanos, después de conocer lo tardado que puede ser ¿Te dan ganas
de seguir regateando los resultados de esta compleja y elaborada tecnología?
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