Mont Saint Michel, con la marea baja. Francia.

En el límite con Bretaña, este pequeño pueblo situado en un promontorio rocoso de 92 metros de altitud esta ubicado en las aguas del Océano Atlántico, en la región de la Baja Normandía y departamento de la Mancha. El monasterio en la parte superior es objeto de peregrinación a partir del s.VIII. El aspecto esplendoroso actual se debe a unos monjes benedictinos de la época posterior a la Guerra de los Cien Años. Es un lugar de una belleza sobrecogedora cuando sube o baja la marea.

El fenómeno de las mareas se atribuyó durante siglos, previos al triunfo de la ciencia, a diferentes motivos, como a la providencia, a Dios o a la propia respiración del mar. Finalmente Newton con su Teoría de la Gravitación Universal, lo atribuyó a la atracción combinada del sol y la luna que provoca que las masas de agua oceánicas se expandan. Este fenómeno se intensifica en esta región de Francia por efecto de las potentes corrientes del Atlántico.
Fuente: Vacaciones por Europa.