Momentos mágicos en la vida hay pocos. 

Un día sin darte cuenta abres los ojos y te encuentras ahí… con ganas de vivir, de sentir la brisa en tu rostro.  Descubres que tienes mil batallas ganadas. 

Cientos de esperanzas. 

Un millón de sueños rotos.  

Cuando sin darte cuenta un día  abres los ojos sacudes la tristeza y sientes que a veces eres el rayo que cae dos veces en el mismo sitio.  

A veces…

Eres ese adiós que no suelta. 

A veces…

No hay poema que te aguante y lo apuntas en asignaturas pendientes. A veces… 

Hablas poco y aun así lo dices todo. 

A veces…

Te levantas pero no te despiertas. 

No, no eres perfecta, pero resulta que nadie lo es.

Momentos mágicos en la vida hay pocos…como cuando decides ser tu propio verbo. 

O eres el tren cuando encuentras el camino y las vías cuando alguien se desvía.  

A veces te duele lo propio y otras, lo ajeno.  

A veces duermes poco pero sueñas mucho.  

A veces decides no conjugar con versos que no riman en tu boca.  

Sin embargo, a veces, es Domingo, 

llueve y…echas de menos. 

Sin embargo de repente, entra la luz y te acaricia..

Como Mayo jugando a ser agosto pero… qué va, no es el mismo calor. 

¿Verdad?

Reflexiones de una de virgo