La vida no es solo trabajo ni rutina, ni tampoco complacer a otros incluso por mucho que los amemos.
Una vida auténtica necesita pasión, proyectos que cumplir, metas que alcanzar, hacer todo aquello que amamos.
Pero sobretodo dedicarnos tiempo a nosotros, a través de experiencias que nos emocionen y que nos hagan crecer.
Porque si no tenemos ninguno de esos ingredientes...nos apagamos.
Hay que cuidar el sutil equilibrio entre las obligaciones y los placeres, entre el trabajo y los sueños, entre a quienes amamos y... uno mismo..
La vida se va en un santiamén y muchas veces se queda pendiente infinitas cosas por hacer.
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