viernes, 25 de octubre de 2024

EL SALMO (LE PSAUME)
(1889)

Escultura en bronce de Camille Claudel

Camille Claudel (Francia, 1864-1943), siempre a la sombra de su mentor y amante Auguste Rodin. 
Sin embargo, su talento fue equivalente, e incluso hay quien afirma que la escultora ayudó a dar forma a algunas de las grandes obras del maestro (por no decir que éste las robó directamente).

Camille Claudel nació escultora. Desde muy pequeña disfrutaba moldeando el barro y ya se veía su capacidad para reflejar en ese material los rostros de sus seres queridos. 

Con 17 años fue admitida en una Academia de Arte parisina y de pronto, Auguste Rodin se percató del talento artístico de la joven, entrando en su vida como un terremoto. De alumna del ya legendario escultor pasaría a convertirse en su musa, y de ahí a amante.

El talento de Claudel era evidente, pero la envidia y el machismo de la época hicieron que fuera objeto de comentarios desafortunados que ponían en duda su capacidad artística. La sombra de Rodin era demasiado larga y la artista empezó a tener una relación de amor/odio. Amaba al maestro con toda su alma, pero también lo odiaba por recibir él todo el reconocimiento público, constantes encargos y alabanzas. Ella era su simple alumna y amante.

Claudel finalmente abandonó a Rodin (que no pensaba dejar a su esposa) y acabaría enloqueciendo… O eso dicen. Recientes biografías hablan de manipulaciones y maltratos por parte de su entorno, e incluso fue obligada a entrar en un sórdido psiquiátrico con el diagnóstico oficial de «manía persecutoria y delirios de grandeza».

En total, 30 años de injusta reclusión en un sórdido lugar en el que se le negaron las visitas y en el que murió sin realizar una sola obra.

Aún así, la escultora dejó una obra de apabullante talento. Su naturalismo tenía rasgos de impresionismo y simbolismo, buscando siempre la emoción que se traduce en un exquisito dramatismo gracias a un perfecto dominio de las técnicas y a su enorme sensibilidad.

Gracias a ella, se demostró que es posible esculpir la emoción.

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