Ya sabía que al ser humano sólo le mueven dos cosas.
El Miedo o el Amor.
Así pues, revela su verdadera esencia.
En momentos tan convulsos a nivel planetario, donde todos somos obligados a vernos por fin, como iguales, sacamos lo mejor o lo peor que llevamos dentro.
¿Nos volvemos solidarios o más egoístas?
¿Amamos más a nuestros seres queridos, o abrimos una brecha gigante?
Se revelan todas las caras, empezando por la propia.
Te das cuenta de a quién realmente le importas y de quién es verdaderamente importante en tu vida.
Y se va estrechando el círculo,
y se va desempañando la mirada.
¿Escuchas aplausos y te emocionas, u observas con hastío e incomprensión el sonido de esas palmas agradecidas?
¿Abrazas la soledad como única oportunidad para reencontrarte y amarte de veras, o te odias más por tenerte que mirar a menudo al espejo?
¿Vives el momento desde la aceptación, la confianza, la serenidad y el amor, o desde el miedo a la pérdida, y sigues echando balones fuera?
¿Comprendes la soledad de muchos de nuestros mayores y valoras el papel en la sociedad, de cada ser humano, o sigues mirándote el ombligo?
Decides ser parte del cambio y expandir tu conciencia, o te resistes, y sigues viviendo en viejos patrones que no funcionan más, por fin!
En esta catarsis tenemos la oportunidad de reconocernos como individuos y como sociedad, y comprender que el Yo Soy es tan importante como el Somos, para mantener el equilibrio.
Párate, escúchate y decide.
¿Temer o Amar?
Angélica
Ilustración Xuan loc Xuan
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