jueves, 18 de enero de 2018

Jorge Bucay- Recuentos Para Demian


Estaba allí desde el primer momento,
En la adrenalina
que circulaba por las venas de tus padres
cuando hacían el amor para concebirte,
y después en el fluido
que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón
cuando todavía eras sólo un parásito.
Llegué a ti antes de que pudieras hablar,
antes aún de que pudieras entender algo
de lo que los otros te hablaban.
Estaba ya, cuando torpemente
Intentebas tus primeros pasos
ante la mirada burlona y divertida de todos.
Cuando estabas desprotegido y expuesto,
Cuando eras vulnerable y necesitado.
Antes de que supieras que yo existía,
Yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuriad.
Un mundo de lo que está bien y otro de lo que está mal.
Yo te traje tus sentimientos de verguenza,
Te mostré todo lo que hay de tí defectuoso,
de feo,
de estúpido,
de desagradable.
Yo te colgué la etiqueta de « diferente »
Cuando te dije por primera vez al oído
Que algo no andaba bien contigo.

Observando los preceptos de tu religión,
Que te dicen qué hacer y qué no hacer
Para poder ser aceptado por Dios en su seno.
Sufriendo las bromas crueles
de tus compañeros de colegio,
cuando se reían de tus dificultades.
Soportando las humillaciones de tus superiores.
Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo
Y comparándola después con la de los exitosos
Que muestran por la televisión.
Generaciones de hombres y mujeres,
me apoyan
No puedes liberarte de mí.

La pena que causo es tan insostenible
Que para soportarme,
Deberás pasarme a tus hijos,
Para que ellos me pasen a los suyos,
Para los siglos de los siglos.
La pena que te causo es tan intensa
que querrás negarme
y para eso
intenterás esconderme detrás de tus personajes,
detrás de las drogas,
detrás de tu lucha por el dinero,
detrás de tus neurosis
detrás de tu sexualidad indiscriminada.
Pero no importa lo que hagas,
No importa adónde vayas,
Yo estaré allí
Porque viajo contigo
día y noche
sin descanso,
sin límites

Yo te enseñé el miedo a ser rechazado,
Y condicioné tu existencia a ese miedo.
De mi dependes para seguir siendo
esa persona buscada, deseada,
aplaudida, gentil y agradable
que hoy muestras a los otros.
De mí dependes
porque yo soy el baúl en el que te escondiste
aquellas cosas más desagradables,
más ridículas,
menos deseables de tí mismo.

Gracias a mí,
Haz aprendido a conformarte
con lo que la vida te da,
porque después de todo,
cualquier cosa que vivas será siempre más
de lo que crees que mereces.

¿Has adivinado verdad ?

SOY EL SENTIMIENTO DE RECHAZO QUE SIENTES POR TI MISMO.

Jorge Bucay- Recuentos Para Demian

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