sede: Galería Philobiblon (Roma) .
cura: Federico Sordi y Matteo Ghirighini .
"El mundo no cambia" es un viaje introspectivo, personal, en el evolutivo vivió entre la infancia y la edad adulta: en el punto medio, que es el espacio de transición, fina línea entre la realidad subjetiva y objetiva, el punto de encuentro donde conversar juego, creatividad e ilusión. cura: Federico Sordi y Matteo Ghirighini .
Consciente, inconsciente y fetichista.
Inspirado por los conceptos introducidos por Donald Winnicott, Alice Pasquini traza la transición evolutiva de un estado a otro, dando lugar a objetos transicionales que el niño utiliza en la transición hacia una realidad compartida objetivo sin ser traumatizado.
Va a entrar en una casa de muñecas abandonadas y consumida por el tiempo, perdido - un lugar no-lugar - donde cada uno puede experimentar la memoria de su propio hijo, espiar por la cerradura de sí mismo, de su yo consciente y que " Yo, cuya conciencia ha creado.
Es allí donde la creación se expresa, fuera de la realidad interna o externa, en esa área de ilusión entre la dimensión subjetiva y la dimensión objetiva.
Es allí donde la creación se expresa, fuera de la realidad interna o externa, en esa área de ilusión entre la dimensión subjetiva y la dimensión objetiva.
Vamos a hablar de la "ilusión [...] que en la vida adulta es un arte, y la religión" intrínseca: mapa antiguo, manuscrito, inexacta, al lugar donde se encuentra la vida creativa que nació en el juego infantil y madura - y raras veces persiste - en la vida adulta.
Esa misma era de razón y sentido común que subyace en las reglas culturales que conocemos, incluso con todas las infracciones que no contamos; con su realidad presente, quizás inmutable, incluso con todos sus muchos presentes imaginarios, creíble en nuestros sueños y deseos.
Un camino dedicado a la magia de hacernos a nosotros mismos.
Un viaje que nos mostrará, spianola desde afuera, nuestra propia imago: porque el tiempo no cambia y las casas que hemos pensado, contado, diseñado - construido - como niños son las mismas idénticas que nosotros vivimos como adultos.
Esa misma era de razón y sentido común que subyace en las reglas culturales que conocemos, incluso con todas las infracciones que no contamos; con su realidad presente, quizás inmutable, incluso con todos sus muchos presentes imaginarios, creíble en nuestros sueños y deseos.
Un camino dedicado a la magia de hacernos a nosotros mismos.
Un viaje que nos mostrará, spianola desde afuera, nuestra propia imago: porque el tiempo no cambia y las casas que hemos pensado, contado, diseñado - construido - como niños son las mismas idénticas que nosotros vivimos como adultos.
After all
Close to you
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