Muchas veces me dicen, ¿tienes mucha paciencia no?, ¿aguantas mucho, no?, ¿por qué esperas tanto?....

Cuando me preguntan eso yo respiro, respiro y cuento hasta diez, cuento hasta diez sin pensar en nada más y hago como si no hubiera escuchado nada.

 Es entonces cuando me paro y pienso y luego actúo.

 Sí, es cierto que tardo en irme, sí, quizás más de lo que muchos lo hacen porque hubo un momento en el que creí en los cambios, aunque ya creo que debo abandonar esa idea. Que la gente es cómo es y hay que aceptar sin más. 

 Muchas veces me duele tanto, que espero y espero y aguanto, y aguanto y guardo y guardo. Pero sí, me he dado cuenta que ya me canso, me canso más de lo que antes lo hacía. Así que es tan sencillo como que me voy sin decir nada, me voy yendo sin que se note, me aparto, dejo todo y me voy sin más.

 Créeme que una vez que me canse y ahora me canso mucho antes que hace unos años, no vuelvo más, pero nunca más, porque soy de esas personas y no sé si quedan que lo da todo antes de abandonar.

Patricia Girol