martes, 1 de octubre de 2019

Estados

"Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero era casi asfixiante, insoportable. Ahí en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo.
"Hasta ahora n te lo había dicho", Murmuró
" No porque no te quisiera, sino porque ignoraba por qué te quería. Ahora lo sé".
Pude respirar, me pareció que la bocanada llegaba desde mi estómago. Siempre puedo respirar cuando alguien explica las cosas. El deleite frente al miedo, el goce ante lo inesperado, son sensaciones que a veces mis módicas fuerzas no soportan. Menos mal que alguien siempre explica las cosas. "Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estás hecho de buena madera. " Nadie me había dedicado jamás un juicio tan conmovedor, tan sencillo, tan vivificante. Quiero creer que es cierto, quiero creer que estoy hecho de buena madera. Quizá ese momento haya sido excepcional, pero de todos modos me sentí vivir. Esa opresión en el pecho, significa vivir."
Mario Benedetti, La Tregua

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