domingo, 6 de octubre de 2019

El árbol de la vida de Gustav Klimt

La figura del árbol, muy explotada en la pintura desde siglos atrás, en su aspecto simbólico se refiere al origen de la vida y a la ineludible muerte, se manifiesta como una especie de “eje del mundo” que vincula lo terrenal con lo celestial, lo consciente con lo inconsciente, lo profano con lo sagrado. Una de las mejores obras que representa el árbol de la vida en todo su esplendor es en el cuadro de Gustav Klimt.
En la pintura, el tema árbol o árboles es universal y resulta imposible conocer todas las obras en las que aparecen árboles, ya sea un árbol de la vida, un árbol deshojado, un árbol celta, un árbol frutal etc y cada pintura merece una reflexión individual sobre su utilización, sentido, simbología y belleza. Por eso hoy vamos a hablar del cuadro del árbol de la vida más famoso que existe entre todas las pinturas: el cuadro El árbol de la vida de Klimt.

Obra el Árbol de la Vida, de Gustav Klimt

Es, sin lugar a dudas, una de las mejores representaciones de un elemento el cual ha sido utilizado en la Teología y Filosofía desde hace siglos.
Hay un sector que considera la obra como una fiel representación de un árbol que conecta la tierra y el cielo,pero en cambio para otro sector se trata sin embargo de una mezcla entre lo masculino y lo femenino: lo masculino mediante las figuras fálicas y lo femenino a través del crecimiento orgánico y sutil que se aprecia en las curvas de la obra.
Klimt demostró que el cuerpo, el símbolo y la naturaleza pueden unirse de  manera pictórica para dar lugar a obras de arte que se quedarán grabadas en la mente para siempre. El artista ha demostrado que el arte puede ser tan hermoso como inquietante. Incluyó en sus obras mitos importantes ya olvidados, y utilizando el erotismo y la delicadeza, el artista nos regaló algunas de las piezas más importantes para el mundo del arte, además hay que decir que formó parte de las vanguardias que cambiaron el mundo y por ese motivo siempre será recordado.
La Obra se haya en el Palacio Stoclet situado en la ciudad de Bruselas, y como es una propiedad privada, desgraciadamente no puede visitarse. Es por este motivo que se trata de una de las obras más conocidas y admiradas, pero sin embargo es a su vez la menos visitada en persona. Las medidas de esta obra son 195 x 102 cm. Está incluida dentro del estilo Modernismo, Art Nouveau, y está realizada con pintura al temple.  La Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 2009.
A la izquierda del cuadro podemos ver a una mujer que está observando y señalando con la mano hacia la pareja situada al otro lado, esto significa el anhelo y la expectativa que ella siente.
En el lado derecho del cuadro aparece una pareja abrazándose amorosamente, esta escena recuerda muchísimo a otra famosa obra del autor: El beso. La pareja representa en esta pintura la realización del anhelo de la mujer de la izquierda de la imagen.

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