Nociones tomadas de “El textil tridimensional” de Elvira Espejo y Denise Arnold
Una tejedora puede concebir la estructura textil con toda su capacidad conceptual, sólo si ha logrado el desarrollo de sus tres personalidades, se refiere a un tipo de conocimiento profundo, ligado al lo que se percibe como los tres corazones de la tejedora.
Esta noción, tiene que ver con la búsqueda de la habilidad de plasmar en su obra no solamente el mundo cotidiano, sino los tres mundos en su totalidad: el de arriba, el de abajo, y el del medio o interior.
Cuando una persona alcanza este logro conceptual en su vida, se dice que es capaz de dominar todo lo que quiera.
Este logro le permite a la tejedora “percibir las cosas de otra forma”, y le da un manejo de la complejidad textil, que es valorado a lo largo de los Andes, y es apreciado en la sociedad.
Es posible que en el pasado, este manejo multidemensional del mundo formara la base de la ciencia y le religión, con aplicaciones en la astronomía y la medición de acontecimientos terrenales y celestiales, ambas ligadas con la esfera productiva.
En la comunidad de los Qeros, en Perú, se piensa que al manipular una estructura con sólo dos capas, se está manejando el espcio, pero todavía de una forma secular. En cambio, al manejar una estructura textil de tres capas, ya se está manejando el espacio y el tiempo en su conjunto, y de una forma sagrada.
Las ideas en torno a la belleza son precisamente aquellas que tratan de lo estructural y de sus significados. No se trata de juegos de colores de luz y brillo que se aplican a la superficie, sino de procesos de aplicación de estos elementos en el interior del textil.
Se habla de “construir “ el textil, desde la estructura de base, y de la forma de construir la persona en el textil.
A las chicas de 13 o 14 años, cuando se les enseña a tejer, se ,es dice: “planifica todo con tu mente, luego consolidas este conocimiento en tu corazón, y con las manos tú lo haces...
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