Fundada por los romanos en el año 52 d.C., tal vez puede decirse que Bath es la ciudad más bonita de Inglaterra, con más de cinco mil edificios protegidos (¡no te extrañará que la UNESCO la declarara Lugar Patrimonio de la Humanidad!). Enclavada en un bucólico paraje natural -un meandro del río Avon, que serpentea entre la ciudad bajo puentes reflejando su bellísima arquitectura urbana-, Bath se convirtió durante el siglo XVIII en uno de los lugares más elegantes y exclusivos del país.
Este edificio de estilo gótico es una de las iglesias medievales más bonitas de Inglaterra. Se tardó 120 años en construirla, lo que se puede apreciar en los intrincados detalles que se ven tanto en el interior como en el exterior. Contempla las escaleras de los ángeles en la fachada occidental de la abadía y las espléndidas vidrieras. La bóveda de abanico que cubre el techo muestra unos detalles increíbles. La abadía de Bath se encuentra junto al museo de las termas romanas, en el centro de una bonita plaza peatonal.
Este edificio de estilo gótico es una de las iglesias medievales más bonitas de Inglaterra. Se tardó 120 años en construirla, lo que se puede apreciar en los intrincados detalles que se ven tanto en el interior como en el exterior. Contempla las escaleras de los ángeles en la fachada occidental de la abadía y las espléndidas vidrieras. La bóveda de abanico que cubre el techo muestra unos detalles increíbles. La abadía de Bath se encuentra junto al museo de las termas romanas, en el centro de una bonita plaza peatonal.
La Abadía de Bath, hasta entonces su monumento más destacable, fue testigo destacado de cómo Bath se transformó en el destino por excelencia para la alta sociedad de la época gracias al exquisito desarrollo urbano diseñado por Beau Nash y los arquitectos John Wood (padre e hijo). El No.1 Royal Crescent, asomado al Victoria Park, con sus lujosos apartamentos, The Circus, o los majestuosos Grand Pump Rooms y Assembly Rooms, con sus salones señoriales, o jardines de ensueño como los de Prior Park, donde se conserva el Puente de Pulteney, uno de los pocos puentes palatinos del mundo, son los protagonistas de una ciudad tan perfecta y encantadoramente british que parece sacada de una novela de Jane Austen. Y no sin razón: en la ciudad vivió y escribió varias de sus obras la genial escritora, que paseaba por los Sydney Gardens y en cuyos antiguos apartamentos en Sidney Place puedes alojarte o tomar un estupendo afternoon tea. ¡Y cada mes de septiembre, la ciudad se convierte en un homenaje absoluto al talento de su escritora con el Jane Austen’s Festival! Y, desde luego, cuando vas a viajar a Bath, hay algo que debes hacer y tener anotado en lo más alto de tu lista: tomar un baño en las Termas Romanas. Las vistas panorámicas de Bath son inolvidables…
Viajar a Bath: información práctica
Bath se encuentra a unos 185 kilómetros (115 millas) al oeste de Londres. Su cercanía la ha convertido en un destino de escapada muy popular entre los londinenses, y las opciones de transporte para viajar a Bath desde Londres son muy numerosas.
Por carretera, para recorrer la distancia de la autopista M4 entre ambas ciudades se emplean unas dos horas y media, dependiendo, naturalmente, del estado del tráfico.
Viajar en tren a Bath es una excelente idea. Los trenes en Londres salen de la estación de Paddington. El trayecto es muy ameno, la frecuencia muy elevada -hay trenes entre Londres y Bath cada media hora, aproximadamente- y, dependiendo de su itinerario, tardará entre 1h20 y 2h en realizar el viaje de Londres a Bath. La estación de tren de Bath es la Bath Spa Railway Station.
Los autobuses de la compañía National Express realizan el transporte en autobús entre Londres y Bath. Hay varios puntos de partida: los aeropuertos de Heatrow y Gatwick, y la estación de Victoria Coach Station. En Bath, la estación de autobuses de Dorchester Street, está al lado de la Bath Spa Railway Station.
Los romanos fueron los primeros en descubrir las aguas ricas en minerales que había bajo la ciudad de Bath, que se utilizan miles de años después para bañarse en ellas. El Thermae Bath Spa es un elegante recinto donde podrás relajarte en las aguas termales y disfrutar de unas sesiones de baños de vapor. Hay varias termas en el spa, pero la mejor es la que se encuentra en la azotea al aire libre. El agua caliente resulta revitalizante independientemente del clima. Te recomendamos que vayas de lunes a viernes si puedes, ya que los fines de semana suele estar bastante lleno.
El puente de Pulteney es uno de los rincones más bonitos y especiales de Bath. Construido en el siglo XVIII, este puente destaca por la cantidad de tiendas que se construyeron a ambos lados. Muchas personas están tan ensimismadas con las encantadoras cafeterías y tiendas que no se dan ni cuenta de que están sobre un puente. El río corre a través de una presa situada junto al puente, creando un efecto de cascada. El puente se encuentra en el centro de la ciudad, detrás del mercado Guildhall y la biblioteca central. Resulta especialmente romántico al caer la noche.
Los romanos fueron los primeros en descubrir las aguas ricas en minerales que había bajo la ciudad de Bath, que se utilizan miles de años después para bañarse en ellas. El Thermae Bath Spa es un elegante recinto donde podrás relajarte en las aguas termales y disfrutar de unas sesiones de baños de vapor. Hay varias termas en el spa, pero la mejor es la que se encuentra en la azotea al aire libre. El agua caliente resulta revitalizante independientemente del clima. Te recomendamos que vayas de lunes a viernes si puedes, ya que los fines de semana suele estar bastante lleno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario