SILENCIO

No es la falta de amor lo que mata
sino el silencio lo que aniquila,
no es la falta de palabras lo que me nubla
sino las palabras no dichas que escucho,
no es tu ausencia lo que me asfixia
sino la incertidumbre de no saber si volverás
lo que me roba la calma,
no es el deseo guardado lo que me angustia
sino el no poder entregártelo lo que me enferma,
y ese silencio, silencio mortal que corta como daga
que daña, que quema
como el fuego del infierno, como la lluvia torrencial,
como el mar embravecido,
como la peor de las tormentas en la oscuridad,
ese silencio, esa falta de ti, de tu palabra,
de tu risa, de tu mirada,
de tu esperanza, de tu deseo por verme,
ese silencio
es el que acabará matándome,
ese silencio que me borra de tus ojos,
que me priva de tus caricias
de tu boca
de esa boca que tantas noches me ha hecho soñar
aún sin tenerla conmigo,
ahora, ya no se nada, ya no quiero nada,
ya no siento nada
porque ese silencio
me ha robado la calma, la respiración
se ha llevado la luz
me ha dejado en absoluta oscuridad,
se ha llevado mi piel, mi alma
se ha robado la sonrisa
el deseo
y me ha dejado en su lugar
un océano de lágrimas amargas
tan amargas como lo es tu palabra callada,
tan amarga como la falta de tu mirada, de tu risa
y de ti
ese silencio mortal
se ha robado mi vida.

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Foto: Vicktoria Ilina