lunes, 21 de enero de 2013

Aurora Boreal

Aurora boreal de Finlandia

Las auroras boreales, tienen su origen en las vastas nubes de partículas cargadas que se forman alejándose del sol. Cuándo éstas son aceleradas por el campo magnético de la Tierra en la atmósfera superior, se chocan y emanan moléculas de gas, que emiten luminosidad cuando vuelven a un estado más relajado. De vez en cuando, esta banda verde de luz se aclara, luego se separan en muchas bandas que “bailan” rápidamente y se torna roja, púrpura y blanca. Estos acontecimientos son llamados subtormentas aurorales (substorms).. “Una subtormenta empieza en un solo punto en el espacio y pasa la órbita de la luna en pocos minutos”
Tres acontecimientos en la cola del campo magnético de la Tierra son asociados con el comienzo de estos fenómenos: interrupción de corrientes, la erupción de la aurora y reconexión magnética.Cuándo el sol es especialmente activo, una serie de 10 o más subtormentas pueden ocurrir rápidamente.”Durante algunas de estas muy intensas auroras.

Según las leyendas y los ancestros:
En Finlandia, la aurora boreal (que significa amanecer del norte) recibe el poético apelativo de revontulet, es decir, el fuego del zorro. Allí, cuenta la tradición que esas luces brillantes se producen cuando el polvo de nieve levantado por la cola de un zorro produce chispas que se elevaban hasta el cielo y brillan bajo el reflejo de la luna.Cortinas de luces verdes, rosadas o naranjas.
En el idioma saame, las luces del norte se llaman guovssahasah, que significa “el sol que brilla intensamente en el cielo por la mañana o por la noche”, como en aurora, la palabra latina para el amanecer. Pero esta palabra se podría traducir también como “el fuego encendido por un pájaro, el arrendajo funesto”.
Durante una época tan plagada de supersticiones como la Edad Media, se creía que estas luces significaban el enfrentamiento de guerreros celestiales.
Los esquimales, los lapones, los habitantes de Groenlandia, e incluso las tribus del noreste de la India estaban familiarizados con esta luz misteriosa del cielo. Sus leyendas tomaban muchas formas y estaban asociadas con sus ideas de la vida en el otro mundo. Según una leyenda esquimal, la aurora boreal era un sendero estrecho, sinusoso y peligroso que conducía a las regiones celestiales y su luz se debía a la llegada de los nuevos espíritus.Los límites de la tierra y el mar están rodeados por un inmenso abismo, en el que hay un sendero estrecho y peligroso que conduce a las regiones celestiales. Sólo el cuervo y los espíritus de aquellos que tienen una muerte voluntaria o violenta han recorrido este sendero. Los espíritus que viven en el cielo encienden antorchas para borrar los pasos de las nuevas llegadas y esa es la luz de la aurora.
El cielo es una gran bóveda de material duro, arqueado sobre la tierra. Hay un agujero en él a través del que los espíritus pasan a los verdaderos cielos. Sólo los espíritus de aquellos que tienen una muerte voluntaria o violenta y el cuervo, han recorrido este sendero. Los espíritus que viven allí encienden antorchas para quitar los pasos de las nuevas llegadas. Esta es la luz de la aurora. Se pueden ver allí festejando y jugando a la pelota con un cráneo de morsa.

El sonido silbante y chasqueante que acompaña, a veces, a la aurora son las voces de esos espíritus intentando comunicarse con las gentes de la tierra. Se les debería contestar siempre con voz susurrante. A los espíritus celestiales se les llama ‘selaimut2’, ‘sky-wellers’, moradores del cielo”.
« Su instinto perseguía luces que tintaran los cielos con colores de leyenda, luces que susurraran ecos ancestrales. Fue en un pequeño nudo de esa Gran Tela de Araña, uno más de este inmenso mar, en donde fondeó su barco. Ojeó en aquel cajón que con juego de palabras anunciaba desastre, y se dejó seducir por las leyendas de Nereida que es ninfa de los mares. Soñó con los vientos fríos de Alaska, alces, castores y una tierra toda blanca. Malabares de colores se reflejaron en sus retinas y quiso el sueño ser real.» 
Los indios Amrimen Fox tenían miedo de las luces del norte porque creían que eran las almas de los enemigos que habían matado. En general, a los esquimales no les asustaban las auroras boreales. Sin embargo, en algunas regiones esquimales, la gente llevaba un cuchillo por si acaso.





Aurora Boreal vista en Canadá 
Aurora Boreal en Islandia

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