Una parte de cada vida,
y aun de cada vida insignificante,
transcurre en buscar las razones de ser,
los puntos de partida,
las fuentes.
Mi impotencia para descubrirlos
me llevó a veces a las explicaciones mágicas,
a buscar en los delirios de lo oculto
lo que el sentido común no alcanzaba a darme.
Cuando los cálculos complicados resultan falsos,
cuando los mismos filósofos no tienen ya nada que decirnos,
es excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las aves,
o hacia el lejano contrapeso de los astros.
Marguerite Yourcenar
Ilustración Jess Miller
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