lunes, 15 de julio de 2024

Filosofando

🍀🌻
TRABAJAR CON LAS MANOS: APRENDER A IR DESPACIO
Cuando aprendes a hacer cosas con tus manos, empiezas a darte cuenta de la belleza y el valor de los objetos que hay en tu vida. Hacer algo a mano nos enseña a ir despacio: es el antídoto para la brevedad y la eficiencia. A través de la paciencia y de la habilidad manual, nos revela todo lo que conlleva un objeto.
Cuando empleamos esos largos esfuerzos en aportar belleza al mundo, estamos honrando a aquello que nos creó, creando como hemos sido creados. Aprendemos a respetar la lentitud, estamos atentos a construir paso a paso la vida que deseamos. Punto por punto, aprendemos el oficio. Trabajamos conjuntamente con el misterio, sentimos el despertar de sus ritmos en nuestra memoria ósea. Mientras las manos trabajan, la mente se aquieta y el oído se afina al ir descendiendo en el ritmo profundo de la devoción, donde el mundo entero disfruta de la comunión...
El trabajo manual también nos enseña la paciencia que hace falta para materializar la vida. No hay atajos, ni forma económica o masiva de hacerlo. El trabajo es pequeño, lento, y lo único que podemos hacer es seguir su ritmo.
Como dice la doctora Clarissa Pinkola Estés: «El atajo, el camino fácil, siempre acaba destruido. Entonces uno regresa a la vida hecha a mano. Hemos de recogerla penosamente y recomponerla, teniendo presente el patrón general en nuestra mente, pero trabajando con paciencia, pieza por pieza».

Toko-pa Turner 
El verdadero significado de la pertenencia
Arte: Dee Nickerson

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