También recuerdo cuando mi abuela me decía: ¡Ay, mi querida nieta! La lectura nos permite ver más porque es como abrir una ventana a un mundo lleno de conocimientos, aventuras y sabiduría. Cuando leemos, nuestros ojos se llenan de palabras mágicas que nos transportan a lugares lejanos, nos presentan a personas maravillosas y nos enseñan cosas nuevas.

Verás, la lectura es como un tesoro escondido que nos permite expandir nuestra mente y descubrir cosas que nunca antes habíamos imaginado. A través de los libros, podemos viajar en el tiempo y en el espacio, explorar civilizaciones antiguas, conocer héroes valientes y heroínas audaces. Podemos aprender sobre la historia, la ciencia, la naturaleza y tantos otros temas fascinantes.

Además, la lectura nos ayuda a entender mejor a los demás. Cuando leemos historias sobre diferentes personajes y sus vidas, nos ponemos en sus zapatos y comenzamos a ver el mundo desde su perspectiva. Aprendemos a empatizar y a comprender las emociones y los desafíos de otras personas. Esto nos hace más compasivos y nos ayuda a relacionarnos mejor con los demás.

Pero no solo eso, mi niña. La lectura también despierta nuestra imaginación y creatividad. Cuando leemos, nuestras mentes se vuelven un lienzo en blanco donde podemos pintar imágenes vívidas y construir mundos enteros con nuestra imaginación. Nos sumergimos en las historias y nos convertimos en parte de ellas, creando imágenes mentales que nos hacen vivir aventuras inolvidables.

Así que, mi dulce nieta, la lectura nos permite ver más porque nos abre las puertas a un mundo de conocimiento, nos ayuda a comprender a los demás, estimula nuestra imaginación y nos hace crecer como personas. ¡Nunca dejes de leer, porque cada libro es una nueva oportunidad de aprender y descubrir la magia que se esconde entre sus páginas!