Natalia Lewitan
Luna gris, testigo de mi andar. Muchas vidas que quieren ser una. Ella es, ella calla, ella grita, ella se descubre en la oscuridad danzando, ardiendo. Poderosa mujer, ojos de lumbre, heridas que cicatrizan pero todavía duelen. Clama al cielo y su voz se oye entre las estrellas. Es hora de volver a casa...
Natalia Lewitan
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