Y una vez agradecido todo esto, esa sensación continúa y se te multiplica, y se convierte en una fuente más grande de riqueza. Sin embargo, el miedo nos detiene, el miedo a abrirnos, a reconocernos grandes, a mirarnos consciencia expandida ,y preferimos acunarnos en la cárcel del ego que nos hace desear más, diciéndonos que lo que tenemos no es suficiente.
Pensamos que la clave para alcanzar la prosperidad es desear, cuando en realidad la clave es AGRADECER.
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