Con el tiempo comprendemos el para que de muchas cosas, y podemos llegar a entender que todo lo que pasó fue para prepararnos para este presente.
Con el tiempo todo aquello a lo que llamábamos error se transforma en aprendizaje, que todo fue perfecto, que nada pudo haber sido de otra manera.
Entonces no existe la culpa, no existe el reproche... solo se hizo lo que se pudo, y que ahora "si" podemos elegir algo distinto. La culpa sirve para quedarse en el lamento. Y si pensamos y aceptamos que todo es "perfecto", entonces podemos seguir nuestro camino sin la mochila de la victimizaciòn. Sabiendo que todo sucede "para algo", y que solo con el tiempo recibiremos la respuesta.
Tampoco sirve escudarse en el "no hacerse cargo", por que eso no ayuda a crecer. Mirarse, observarse, analizar las propias conductas permite recapacitar y volver a elegir tantas veces como sean necesarias hasta sentir que la elección es verdadera y del corazón. El síntoma de que estamos en el buen camino es la Paz y la alegría... el resto, es puro ruido !
Susana Bello
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