En la búsqueda de la felicidad,

cada día es un nuevo lienzo,

una oportunidad para pintar sueños,

para explorar lo que realmente importa.

A veces, la vida se siente como un laberinto,

con caminos que se bifurcan,

decisiones que pesan,

y momentos de duda que nos detienen.

Pero en el silencio de la reflexión,

encontramos destellos de claridad,

pequeños momentos de alegría,

que nos recuerdan lo que amamos.

La felicidad no siempre es un destino,

sino un viaje lleno de matices,

de risas compartidas,

de pequeñas victorias,

de abrazos que calman el alma.

Es en los detalles donde reside la magia,

en el aroma del café por la mañana,

en la risa de una amiga,

en el susurro del viento entre los árboles.

Permítete sentir,

explora tus pasiones,

persigue lo que te llena de vida,

y no temas perderte en el proceso.

Cada paso que das es un acto de valentía,

cada elección, una afirmación de vida.

Así que busca lo que te hace vibrar,

y deja que la felicidad te encuentre,

en cada rincón de tu ser.

Ilustración Sonia Koch