Pero cuando le propuse que nos escapásemos esa misma noche, se espantó, su rostro se endureció y dijo, sombríamente: "No tenemos derecho a pensar en nosotros solos. El mundo es muy complicado". Le pregunté qué quería decir con eso. Me respondió, con acento aún más sombrío: La felicidad está rodeada de dolor.
El túnel,
Ernesto Sabato
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