Habrá momentos en la vida que deberás nadar a lo más profundo de tu ser, observando con amor tus propias heridas.
Nadie podrá nadar por ti, nadie podrá hacer por tí lo que solo tú debes hacer.
Es un viaje para enfrentar y soltar tus dolores, temores, incertidumbres, desafíos y secretos.
Todo aquello que no has enfrentado pero que siempre está al final de tus pensamientos esperando sanar.
Solo si te permites ser humilde, le pedirás al agua que se lleve todas tus penas, dolores y sufrimientos y que te regale nuevos inicios y termine por fin tus finales.
Te sorprenderás en ese viaje.
Te darás cuenta que ya llegaste a donde debías llegar, a tu corazón.
Es ahí donde se alberga la voluntad real y el propósito puro de hacer lo necesario para seguir adelante, eligiendo vivir siempre en amor y en conciencia.
Nuevos caminos se abrirán ante tí, te lo aseguro, ése ha sido mi propio viaje.
¡¡¡Vamos … atrévete a FLORECER!!!
El último en dormir apaga las luces y enciende las estrellas.
Lakshmi
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