Amores no pronunciados,
entre furias, desploman
la casta, el velo.
Tomó una mujer como jinete,
las hierbas lloraban,
de ella,
pobreza descalza.
En estas calles grita una época,
de mujeres sin voto,
velos negros,
cabizbajas,
cristos en sus manos.
En estas calles,
existen pudores
en máscaras.
Y Clara, existe Clara.
Fantástica,
de curvas cubiertas,
de voces desiertas.
Existe Clara.
En estas calles,
existe,
mística oscura,
ojos abiertos,
revolución
de mujer,
pobreza
descalza,
que rebalsa,
en espera, de su independencia.
La casa de los espíritus,
Isabel Allende
No hay comentarios:
Publicar un comentario