No esperes que las cosas sean diferentes a cómo son.
No esperes que los demás sean diferentes a cómo son.
De hecho, no esperes nada.
Abraza lo que sucede tal como es.
La aceptación es el pincel con el que pintar una vida serena, armoniosa y pacífica.
Acéptate tal como eres.
Acepta a los demás tal como son.
Acepta la vida tal como es e incluso acepta que no te acepten.
Aceptar no quiere decir resignarse, ser indiferente o poner la otra mejilla.
Más bien significa comprender la razón de ser que mueve a las personas y a la vida a ser como son en cada momento.
Quien aprende a aceptar, aprende a fluir.
Y quien fluye... ¡Madre mía! No hay palabras para explicar lo que sucede entonces.
Autor: Borja Vilaseca ✍️
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