A veces tengo el cuerpo y el alma agotada,
a veces sigo con la costumbre de querer cargar el mundo en mi espalda, de caminar en contra del viento para que las cosas salgan bien.
Me debo un respiro, me debo PAZ.
Debo entender que no puedo controlar todo a mi alrededor,
que no puedo seguir marcando mis manos con cosas que no puedo sostener.
Que a veces hay que dejar que pase lo que tenga que pasar.
Que tengo que fluir y no dejar de vivir porque algo no salió como esperaba.
Y sé que no puedo avanzar si no me deshago del miedo.
Hay días que bien vale que todo me dé igual.
Hay días en que quiero desconectarme y no tener ninguna responsabilidad.
Me lo merezco.
Mi cuerpo lo merece.
Mi mente lo merece.
No puedo cambiar el mundo en un minuto.
También está bien NO estar bien.
Basta de presionarme con cosas que no me tocan.
Basta de ayudar a todo el mundo antes que a mí.
Basta de estar para todos sin yo estar.
Basta de querer solucionar la vida de los demás mientras la mía flota sin rumbo por los aires.
Hoy es un buen día para soltar lo que he sido incapaz de soltar en años.
Lo que me aguanta a no seguir caminando.
Hoy es el día para mi y no para los demás.
Me libero,
me suelto, para yo encontrarme.
Como debe ser y como necesito que sea.
Autor: Glory Miranda
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