lunes, 26 de octubre de 2020

En el silencio de la noche, Azucenas Blancas

Ante la realidad cuan navaja de dos filos
partiéndome la carne hasta los huesos.
piel, sangre, latidos consumiéndose,
con el dolor como único testigo.
pensamientos que se convierten en recuerdos,
memorias vestidas de luto infinito,
y deseas desistir y deseas luchar,
queriendo por un instante ser inmortal.
Porque la existencia del vacío se hace presente,
cuando te das cuenta que no te perteneces,
ni a ti misma, porque de todo tu ser,
se arranco un pedazo.
Entonces en medio de la turbulencia
te das cuenta que al final del camino
ser mortal es el único sendero y la
esperanza de renacer…

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