sábado, 29 de agosto de 2020

EL VERANO INVENCIBLE DE ALBERT CAMUS


El estío invencible

En el año 1954 el escritor francés Albert Camus publicó una breve colección de ensayos titulada El Verano. En estos escritos, fuertemente influenciados por la última guerra que Camus había vivido, en vez de llorar por ella o resignarse a la muerte de su espíritu, el escritor lucha por la supervivencia de la esperanza; de esa esperanza que nos hace encontrarle algún sentido a la vida y a la propia existencia cuando nuestro mundo ha sido devastado.
Yo aún no he leído la colección de ensayos al completo, pero sé que entre sus páginas se encuentran estas inspiradoras, maravillosas y alentadoras palabras que me apetece mucho compartir, y que creo que todos, especialmente si nos encontramos en un mal momento, necesitamos recordarnos. Dicen así:
... En medio del odio descubrí que había, dentro de mí, un amor invencible. En medio de las lágrimas descubrí que había, dentro de mí, una sonrisa invencible. En medio del caos descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta a pesar de todo eso... En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque esto dice que no importa lo duro que el mundo empuja contra mí; en mi interior hay algo más fuerte, algo mejor, empujando de vuelta.

los textos que componen El verano son algo más que relatos de ficción y se acercan más a lo que podríamos definir como artículos, de un claro contenido autobiográfico, en el sentido filosófico, que por medio del ideal y la evocación al pasado, permiten ahondar en el pensamiento íntimo del autor.
El verano es la consecuencia de reunir una serie de artículos en los que se recogen los pensamientos de este autor francés. En un tomo conjunta la esencia de una parte de su niñez, la situación social y política de su realidad contemporánea, una visión global del mundo y el pensamiento que no podemos dejar de leer entre sus páginas.
Para obtener una detallada concepción de esta obra, comentaré a continuación cada uno de los artículos que la forman:

Los almendros

El verano abre con este artículo, que hace referencia a la Francia de 1940 y su situación ante la ocupación alemana. Mediante el uso de paralelismos, compara el frío invierno con la situación francesa. Es clara su crítica ante la necesidad de expansión que muestran las naciones europeas, una idea que encarnaba Napoleón en Francia y que, en ese momento, estaba sufriendo el pueblo francés en carne propia. Alega la necesidad de unión de los pueblos europeos con el fin de devolver la justicia a la humanidad, que sufre las acometidas de la irracionalidad conquistadora.

Regreso a Tipasa

Este artículo data de 1947. En él intenta mirar al pasado con la necesidad de recuperar sus raíces, las que le convierten en ser humano y le han forjado tal y como es. Tipasa es una forma de regresar a su población natal, pero sin caer en ningún tipo de nostalgia. Parece pretender transmitir la idea de que el hombre es tal en la medida en que reconoce su pasado y la esencia de este en sí mismo.

Prometeo en los infiernos

Con una mirada a la Segunda Guerra Mundial, Camus representa a un Prometeo en el absurdo, pereciendo como lo harían miles de personas, bajo el fuego de un campo minado. Este artículo en forma de ensayo establece una reconstrucción espiritual después de la destrucción, una vuelta al orden y a la justicia después de la injusticia que supone la guerra, representada bajo el fuego divino de un Zeus que termina por aniquilar a Prometeo.

El exilio de Helena

Recuperando, en un sentido griego, la comprensión del existencialismo, Camus vuelve analizar a la humanidad, mediante la historia. Los hechos que llevaron a la barbarie no tienen por qué sentenciarse en la oscuridad. Nuestro autor demuestra que aún se puede reconstruir este mundo bajo la concepción máxima, consecuencia de las causas. Desecha claramente el positivismo, por haber roto con el raciocinio, sumergiéndose en las bases del pensamiento clásico, como salida a la luz de la razón.

El enigma

Este artículo representa el prefacio de lo que será su futura teoría de lo absurdo, en que se rompe con la lógica. Descifra el absurdo en un mundo que cree avanzar en una lógica fundada, dando como resultado una incomprensión de las cosas.

Diario de a bordo

En esta proyección ficticia, Albert Camus consigue comparar el logro de la felicidad en mitad de un espacio inmenso, como puede ser el mar (el cual se abre como un mundo por descubrir hacia aquellos que lo desconocen), con la infelicidad que suele hallarse tierra adentro, aun rodeándonos de lo material. Se expone aquí la visión panteísta del autor, que tanto nos recuerda al pensamiento clásico y al movimiento romántico alemán.
El verano de Albert Camus es una introspección al pensamiento del autor, escrita en plena madurez y de un lirismo muy especial granado, como no cabía esperar menos de un genio como Albert Camus, de frases lapidarias que nos causan asombro por su profundidad y por su belleza:
«En las profundidades del invierno finalmente aprendí que había en mí un verano invencible».

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