lunes, 24 de agosto de 2020

Sonia Coll

 Seamos auténticos, por favor. Fieles a nosotros mismos.


Que tu forma de ver la espiritualidad sea más que una técnica terapéutica que esté de moda, una vestimenta etérica o un estilo de vida que sigue unos cánones que igualmente estén dictando algunos, al fin y al cabo.
No es lo que lleves encima que te hará vibrar a una frecuencia más alta, sino cómo seas tú.

Que tu espiritualidad sea igual de fuerte tanto si estás en medio de una multitud ruidosa como en lo alto de un monasterio en el Tíbet.

Que tu espiritualidad no necesite de atuendos, palabras, músicas, inciensos, velas, cuencos o escenarios cuando no te encuentres en un tiempo o lugar acorde a tus expectativas de lo que consideras "alta vibración".

Que tu espiritualidad venga de tu honestidad y autenticidad contigo mismo. La esencia no necesita nada más que eso para manifestarse.

Si al mundo le quitaran todo lo que existe material, tu espíritu seguiría siendo el mismo. Podrías expresarte a través de él solo por el hecho de existir.
Sólo por el hecho de respirar y tener un corazón a través del cual puedas experimentar el amor en vida.

Lo espiritual es sencillez absoluta, esencia pura. No te compliques. No cubras tu espíritu. Destápalo liberándote de dogmas...No es el color de tu ropa...Es el brillo de tus ojos.

Sonia Coll

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