Cuando estàs en el filo de lo oscuro
y le rindes honor desde los huesos,
cuando el alma purìsima del ocio
pide socorro al universo inùtil,
cuando subes y bajas del dolor
mostrando cicatrices de hace tiempo,
cuando en tu ventanal està el otoño,
aùn no te despidas, todo es nada,
son señales de humo, apenas eso.
Tu mirada de viaje y desiertos
se vuelve un manatial indescifrable,
y el silencio, tu miedo màs valiente,
se va con los delfines de la noche
o con los pajaritos de la aurora,
de todo quedan huellas, pistas, trazas,
muecas, indicios, signos, apariencias.
Pero no te preocupes, todo es nada,
son señales de humo, apenas eso.
No obstante, en esas claves se condesa
una vieja dulzura atormentada,
el vuelo de las hojas que pasaron,
la nube que es de àmbar o algodòn,
el amor que carece de palabras,
los barros del recuerdo, la lujuria,
o sea que los signos en el aire
son senales de humo, pero el humo
lleva consigo un corazòn de fuego.
Mario Benedetti
Muy bonito tu escrito pero casi no se puede leer. Estas las lineas unas encima de las otras. A mi me ha pasado. Con todo respeto te aconsejo cambiar el tamaño de las letras de la entrada para que se puedan apresiar mejor. Buen día!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Jackie. Ya lo arreglé. Espero que se pueda disfrutar de ésta bella poesía de Mario Benedetti. Un cariño para vos.
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