LAPACHO AMARILLO:
NOMBRE CIENTIFICO:
Tabebuia pulcherrima
OTROS NOMBRES:
Tabebuia pulcherrima
OTROS NOMBRES:
ipê amarelho(Br.)Sin dudas, el mas hermoso y magnifico árbol por su porte, floración y calidad de madera, que puebla los bosques del norte del país, encontrándolo también diseminado por la franja septentrional de América del Sur.
El nombre indígena de esta especie es originario del Brasil, poseyendo un sinnúmero de otras denominaciones, según la zona, región o país donde se encuentre.
Su madera, conocida como “madera de Surinam” es una de las más duras y resistentes del mundo, de un bello color verdoso-amarillento. Fue utilizada mucho para la fabricación de aberturas, mazas, camas y rayos de ruedas de carros y en general para todo destino que exigiera un material noble y duradero.
La floración se anticipa a la brotación foliar de los ejemplares y se produce, en todo el litoral, al finalizar el invierno.
Esto ha dado origen a la leyenda de que “cuando florece el Lapacho…, señal de que viene el Dorado”, aguerrido pez cazador de nuestros ríos.
LAPACHO ROSADO:
Familia: BIGNONIACEAS (Lapacho, lapacho rosado)
Descripción: Árbol inerme, de 8 a 15 m de altura, tronco de 20 a 60 cm de diámetro, corteza castaño oscura, algo dura y difícil de desprender, con fisuras longitudinales, los brotes y ramitas floríferas con abundantes pelos estrellados, lo que las hace tomar un color blanquecino.
Observaciones: Florece desde los primeros días de agosto, hacia la segunda quincena de septiembre comienza a dar hojas nuevas y aparecen los primeros frutos. Éstos se mantienen en las ramas hasta el mes de enero aprox.
El Lapacho es dichoso en compañía de los pájaros que merodean sus frondas. Es feliz cuando siente las caricias de las plantas trepadoras que renuevan sus hojitas. Algunas, se alimentan de la corteza, otras viven del aire, las lluvias y el sol. Todas se agrupan en armónica convivencia, disfrutan del nuevo clima, arrullados al cobijo de sus ramajes. A veces, llegan imprevistos ventarrones seguidos de agradables lloviznas. Todo es aprovechado, con beneficio natural, por los modestos habitantes del recio Lapacho.
TAMBIÉN HAY LAPACHOS BLANCOS!
En un artículo publicado por el Diario ABC de Paraguay sobre el lapacho blanco leemos: "Codiciadas flores blancas: De las seis variedades de lapachos o tajy existentes en el Paraguay, la de flores blancas es tal vez la más llamativa. Esta rara especie es producto de una mutación genética que los especialistas todavía no han podido determinar a qué se debe exactamente.
Aunque no está bien claro por qué el lapacho de flores blancas es una variedad muy poco vista, sí es claro que su rareza lo convierte en uno de los árboles más preciados y codiciados en esta época del año.
Para el ingeniero forestal Manuel Enciso, especialista en genética, a excepción del color de la flor, este árbol presenta las mismas características botánicas que el lapacho colorado o lapacho negro (Tabebuia heptaphylla). En términos genéticos, se “trataría de un gen recesivo, de la misma especie, que se manifiesta por una combinación fortuita de los alelos responsables de la determinación de la coloración de la flor como resultado de la polinización cruzada. Los alelos –cada uno de los genes del par que ocupa el mismo lugar en los cromosomas homólogos– son los que le confieren la coloración a la flor se formaron por mutaciones.
Enciso advierte que no se debe confundir el lapacho blanco con otra especie denominada Tabebuia roseo-alba, que también tiene flores blancas y habita el cerrado en la zona de Concepción, y que botánicamente es diferente. ("Codiciadas flores blancas", por Marta Escurra, en Diario ABC, Asunción, Paraguay, Ed. 4/09/2009)
Aunque no está bien claro por qué el lapacho de flores blancas es una variedad muy poco vista, sí es claro que su rareza lo convierte en uno de los árboles más preciados y codiciados en esta época del año.
Para el ingeniero forestal Manuel Enciso, especialista en genética, a excepción del color de la flor, este árbol presenta las mismas características botánicas que el lapacho colorado o lapacho negro (Tabebuia heptaphylla). En términos genéticos, se “trataría de un gen recesivo, de la misma especie, que se manifiesta por una combinación fortuita de los alelos responsables de la determinación de la coloración de la flor como resultado de la polinización cruzada. Los alelos –cada uno de los genes del par que ocupa el mismo lugar en los cromosomas homólogos– son los que le confieren la coloración a la flor se formaron por mutaciones.
Enciso advierte que no se debe confundir el lapacho blanco con otra especie denominada Tabebuia roseo-alba, que también tiene flores blancas y habita el cerrado en la zona de Concepción, y que botánicamente es diferente. ("Codiciadas flores blancas", por Marta Escurra, en Diario ABC, Asunción, Paraguay, Ed. 4/09/2009)
"EL LAPACHO BLANCO Y LA VIUDITA (LEYENDA QOM -TOBA)
Hace muchísimo tiempo en la zona central del Chaco vivía una comunidad de aborígenes qom. Vivían de la caza y de la pesca, que por ese entonces era abundante. Niagasit, un caciquillo fuerte, valiente y hermoso, iba a casarse con la hija del cacique llamada Chona. Niagasit mantenía a su anciana madre a quien adoraba, y ésta a su vez venerabaa su hijo y a su futura nuera.
Pero un año se produjo una gran sequía que secó las aguadas y alejó a los animales.
Entonces los jóvenes qom tuvieron que ir a lugares más alejados y bajos en búsqueda de alimentos.
Fue así que fueron a las tierras del Machagai. Pero allí, una madrugada, los indios Moqoi, tradicionales enemigos de los Qom, les tendieron una emboscada.
En la lucha algunos murieron y otros fueron hechos prisioneros. Unos pocos se escaparon y regresaron a la comunidad. Allí anunciaron la muerte de Niagasit.
Terriblemente apenada por la infausta noticia, su madre murió esa misma noche. Pero Niagasit no había muerto. Sólo fue herido y hecho prisionero. Esa noche se fugó y al día siguiente llegó con los suyos. Allí se encontró con el doloroso espectáculo de que su madre muerta iba a ser enterrada. Niagasit acompañó el cortejo.
La mujer fue enterrada a la usanza indígena. Dejaron la cabeza afuera y la cubrieron con ramas. Niagasit no volvió con sus pares a la toldería. Cuando quedó solo, cortó las trenzas blancas de su madre y se las ciñó a su frente en señal de dolor.
Así permaneció varios días inmóvil frente al cadáver hasta que el piadoso Dios lo convirtió en el más hermoso árbol de nuestra flora: el lapacho blanco, erguido y elegante como él y con flores blancas como las trenzas de su madre.
Y su inquieta novia, que iba y venía, la convirtió en un pajarito que vuela, sube y baja, que nunca queda quieto: la viudita."
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