Allí donde existen los caminos, pierdo mi camino. En el ancho mar, en lo azul del vasto cielo nadie trazó rutas jamás. Las alas de los pájaros y su canto, la llamita de las estrellas, las flores en ronda de las estaciones, ocultan el sendero. Y he preguntado a mi corazón: ¿Acaso tu sangre, el paso de la sangre, no conoce el camino invisible?
R. Tagore.
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