Ella sentía el corazón roto.
El alma, los sueños y las
ilusiones cristalizadas.
Frágiles.
Creía que se caía a pedazos,
cuando en realidad
solo estaba mudando de piel,
así como cambia de hojas
un árbol en otoño.
Así como la naturaleza se
desviste para volver a ser paisaje.
Así volverá ella también.
Faty Villa
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