El caso de Enya es digno de estudio. Es una cantante irlandesa de 63 años, ha vendido más de 80 millones de discos a lo largo de su carrera sin dar un solo concierto. Fue la musa de una mezcla de folklore gaélico y new age. Es especialmente reservada con su vida privada. No se le conocen parejas oficiales, no ha tenido hijos y, en teoría, no se ha casado. Vive en un castillo que se compró hace 26 años y que le costó cuatro millones de libras donde reside junto con sus 10 gatos, aunque ese dato es del 2020, puede que hoy día sean más mascotas.