No siempre tenemos que ser fuertes
No siempre tenemos que ser fuertes para ser fuertes. A veces, nuestra fortaleza se expresa siendo vulnerables. A veces, necesitamos deshacernos en pedazos para rehacernos, y seguir sobre el camino.
Todos tenemos días en que no podemos empujar más duro. En que no podemos contener las dudas en nosotros mismos, en que no podemos dejar de concentrarnos en el miedo, en que no podemos ser fuertes.
Hay días en que no podemos concentrarnos en ser responsables. Ocasionalmente, no queremos quitarnos el pijama. A veces, lloramos delante de los demás. Exponemos nuestro cansancio, nuestra irritabilidad o nuestra ira.
No tienen nada de malo esos días. No tienen nada de malo. Parte de cuidar de nosotros mismos significa darnos permiso de «deshacernos» cuando lo necesitamos. No tenemos por qué ser torres perpetuas de fortaleza. Somos fuertes. Lo hemos probado. Seguiremos siendo fuertes aunque tengamos el valor de permitirnos sentirnos temerosos, débiles y vulnerables cuando necesitamos experimentar esos sentimientos.
Melody Beattie
El lenguaje del adiós
Arte: Odette Barberousse
No hay comentarios:
Publicar un comentario