Arte 🎨
"La joven de la perla" de Johannes Vermeer
La joven nos mira por encima de su hombro izquierdo. Sus ojos verdiazules brillan irradiando destellos de vida, la boca está ligeramente abierta y los labios húmedos. Dos trozos de tela, uno amarillo y otro azul actúan como turbante. De su oreja cuelga un pendiente compuesto por una imponente perla y es este gran ornamento el que da nombre a esta magnífica pintura de Johannes Vermeer. La perla es demasiado grande para ser real, tal vez sea una perla de cristal barnizada para darle un acabado mate, aunque también podría ser producto de la imaginación de Vermeer.
La pintura es un clarísimo ejemplo del virtuosismo de Vermeer. La cara de la joven está delicadamente modelada, no en gran detalle sino en transiciones graduales y pinceladas casi invisibles. Su ropa, representada de modo más impreciso, presenta pequeñas manchas de pintura que evocan la reflexión de la luz. Aún así, se pueden diferenciar claramente los distintos materiales: las pinceladas gruesas del cuello blanco, por ejemplo, son bastante diferentes a la pintura seca del turbante, para el cual Vermeer usó un costoso pigmento ultramarino.
Sin embargo, el rasgo más característico es la perla, que fue generada con sólo unas pinceladas: en la parte superior izquierda vemos un fuerte toque de luz y en la parte inferior, un delicado reflejo del cuello blanco. El turbante no era un accesorio típico de las jóvenes holandesas del siglo XVII. Vermeer lo usó para convertir a su modelo en una figura exótica y oriental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario