Darse cuenta muchas veces es todo lo que hace falta para cambiar la actitud.
Los otros no entienden la reacción repentina y contradictoria que sale de nosotros mismos y pide explicaciones.
¿Qué pasó?
¿Qué te pasó ?
Y uno resume la verdad con la única palabra que lo explica todo : Nada.
No me pasa nada.
No pasó nada.
El otro no entiende por qué se le terminaron los beneficios de los que hace cinco minutos gozaba a costa de nuestra salud emocional.
Nada.
No pasó nada nuevo, allá afuera.
Me pasó adentro.
Me di cuenta.
Te ví.
Acepté.
Recibo la realidad en el mismo momento que entrego mis expectativas.
Expectativas que alimentan mi deseo. Ese, que me promete una posibilidad que me ata y me condena a una espera mentirosa.
Tan mentirosa ...
Y sin embargo: Nada
No me pasa nada.
No pasó nada.
Me di cuenta.
Esa bendita y hermosa ficha que dispara en medio del círculo de la repetición y lo rompe.
Lo incendia.
Lo destruye.
Lo mata.
Lo vi.
Te vi.
Se cortó el círculo.
Pasó de todo mi amor, sin haber pasado nada.
Lorena Pronsky
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