Ojalá el mundo vuelva a jugar, con todas sus piezas,
y nos vuelva a colocar, ahí, aquí, como aquella vez.
Ojalá haga posible el roce fugaz, el beso culpable;
la complicidad de dos peces que no le quieren ver fin a su pecera”.
y nos vuelva a colocar, ahí, aquí, como aquella vez.
Ojalá haga posible el roce fugaz, el beso culpable;
la complicidad de dos peces que no le quieren ver fin a su pecera”.
Pablo Benavente
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