No me gustan las màscaras exòticas,
ni siquiera me gustan las màs caras
ni las màscaras sueltas ni las desprevenidas,
ni las amordazadas ni las escandalosas.
ni siquiera me gustan las màs caras
ni las màscaras sueltas ni las desprevenidas,
ni las amordazadas ni las escandalosas.
No me gustan y nunca me gustaron
ni las del carnaval ni las de los tribunos,
ni las de la verbena, ni las del santoral
ni las de la apariencia, ni las de la retòrica.
Me gusta la indefensa gente que da la cara,
y le ofrece al contiguo, su mueca màs sincera.
Y llora con su pobre cansancio imaginario,
y mira con sus ojos de coraje o de miedo.
Me gustan los que sueñan sin careta,
y no tienen pudor de sus tiernas arrugas
y si en la noche miran, miran con todo el cuerpo,
y cuando besan, besan con sus labios de siempre.
Las màscaras no sirven como segundo rostro,
no sudan, no se azoran, jamàs se ruborizan.
Sus mejillas no ostentan làgrimas de entusiasmo,
y el mentòn no les tiembla de soberbìa o de olvido.
Quièn puede enamorarse de una faz delgada?
No hay piel falsa que supla la piel de la lascivia,
las màscaras alegres no curan la tristeza,
no me gustan las màscaras... He dicho.
Mario Benedetti
Poeta, escritor y ensayista Uruguayo,
nacido en Paso de los Toros Uruguay, en 1920.
No hay comentarios:
Publicar un comentario