El laberinto no se crea para perderte o confundirte, se crea y se camina para encontrarte.

No son las líneas del tiempo lo que marcan su estructura sagrada, son las interpretaciones del misterio las que establecen su entrada y su salida........
Cuando nos adentramos en el laberinto, nuestros "yoes" perdidos empiezan a encontrase y a recolocarse dando un significado certero a nuestro camino.
Sin juzgar, sin ni siquiera plantearnos mentalmente lo que nos ocurre, esta geometría sagrada nos invita a conocernos desde el interior, a recuperarnos desde el interior, a sanarnos desde el interior.

Cada sendero te llevará a la fuente, cada encrucijada te enseñará a elegir sin preguntar.
La huella marcada por cada paso forma parte de tu danza laberíntica.....de tu danza sagrada.

C. Gil M.