sábado, 24 de mayo de 2025

TARJETA DE RESILIENCIA 

Sobre rieles de acero y piedra gris, 
donde el tren, gigante, traza su desliz, 
un alma en vuelo, aunque el cuerpo no ande, desafía el destino, y su eco expande.

En su trono rodante, de metal y sueño, 
un joven guerrero, con espíritu luchador,
se alza en la vía, donde el sol declina, 
y pinta de oro la escena ausente.

No hay cadenas que aten su mirar profundo, 
ni muros que encierren su sentir rotundo.
Sus ojos, luceros de firmeza y paz, 
reflejan la fuerza que nunca se va.

La vía se extiende, promesa lejana, 
de un mundo que espera tras la mañana.
Y él, cual Quijote moderno y sereno, 
conquista horizontes, rompiendo el freno.

Las ruedas giran, cantando libertad,
un himno al coraje, a la voluntad. 
Cada impulso vence un nuevo temor, 
y deja una estela de luz y valor.

Los árboles miran, testigos silentes,
de un alma que danza entre rieles ardientes. 
El viento susurra secretos al oído, 
de sueños que brotan, jamás vencido.

Y en el silencio de la tarde que muere,
su figura se agranda, su esencia refiere.
que no hay barrera, ni abismo tan hondo, 
que pueda apagar el fuego que es hondo.

Así, en la vía, donde el tren solía, 
un hombre nos muestra su valentía. 
Y nos enseña, con gesto profundo, 
que el alma es más fuerte que el mundo inmundo.

Que en cada tropiezo, en cada caída, se esconde la fuerza de una nueva vida. Y que el viaje, aunque arduo y sinuoso, es siempre un camino hermoso y glorioso.

      Pedro González Martín,
      Escritor y pensador y poeta.

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