domingo, 25 de mayo de 2025

“Obsérvalo, hazlo, enséñalo”.  Cuenta Jean Shinoda Bolen que estos verbos eran un mantra para los estudiantes en la Facultad de Medicina. Era el método por el que aprendían los médicos, un modelo de aprendizaje basado en la experiencia directa. De carácter muy similar son los encuentros dentro de los círculos de mujeres, en que la lectura, el diálogo, las experiencias y emociones se combinan para crear un espacio único.” Estar en un círculo es una práctica de aprendizaje y crecimiento que se nutre de la experiencia y la sabiduría, del compromiso y el valor de cada una de las mujeres que hay en él…Del mismo modo que cada miembro aporta al círculo su saber en el campo de las relaciones, esto funciona en sentido inverso, es decir la experiencia del círculo puede tener un radical efecto positivo en las relaciones exteriores al círculo, puesto que proporciona un modelo , un espacio donde comunicarse con sinceridad y afecto hasta que ésa sea la forma de comunicación habitual en tu vida, y sea también la que esperas  de los demás. Esto, a su vez, puede llevarte a cambiar la estructura patriarcal de tus relaciones personales, y, a medida que empieces a cambiar tus relaciones, ese cambio se expandirá. Igual que cuando arrojas piedrecillas en un estanque, del impacto de cada cambio nacen anillos concéntricos cuyo movimiento ondulatorio se extiende y provoca un efecto en otras relaciones.” 

J.Shinoda Bolen,
El millonésimo círculo
Ilustración Jeanne Fry

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