"Nacemos ligeros, con las manos vacías y el alma intacta, pero la vida, con su torpeza, nos va llenando de polvo, de grietas, de cargas que no siempre elegimos. Crecemos creyendo que la felicidad es un estallido, un grito de euforia, algo que se encuentra en lo externo, cuando en realidad es un murmullo suave, un silencio que no pesa, una certeza que habita dentro. No es una carrera, ni un premio, ni un golpe de suerte. Es aprender a estar con uno mismo sin querer huir, es encontrar paz en lo simple, en lo pequeño, en lo que no necesita demostrar nada. La vida nos mancha, sí, pero siempre tenemos la opción de limpiarnos, de sacudir el peso ajeno, de volver a casa, de encontrarnos de nuevo en nuestra propia piel."
-Francisco J. Zárate
No hay comentarios:
Publicar un comentario