La vida se le escapaba con cada palabra no dicha, con cada beso no dado, con tanto sentimiento ahogado. Y así se esfumaba su juventud, se extinguía la pasión de sus ojos, el hambre de sus labios, el tacto tibio de sus manos. La vida se le iba sin querer, y sin querer.
Brando. Bocanadas y Besos
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